Aunque no hayan llegado a las salas, los largometrajes sobre Scooby-Doo y su pandilla no han dejado de producirse para el mercado doméstico durante todos estos años. Tras tanto tiempo sin darse un garbeo por la pantalla grande, ¡Scooby! supone el intento de relanzar un clásico de la animación por todo lo alto. No obstante, si se sigue por esta línea, la nueva saga está KO casi antes de empezar a andar. En esta ocasión, Shaggy, Scooby y el resto de desentrañadores de misterios deberán intentar pararle los pies al conocido villano Pierre Nodoyuna; quien pretende resucitar a Cerbero para llevar a cabo un enigmático plan. Si bien es de agradecer que sus guionistas hayan tenido a bien desarrollar diálogos que diviertan a los niños y brinden algún que otro guiño a los más creciditos, han descuidado por completo el aspecto argumental, con una historia perezosa y con muy poquito sentido. En un aparente intento por “modernizarse”, con discutibles detalles como la inclusión de un absurdo superhéroe, se han apartado de un manotazo las ideas clásicas que convirtieron a los dibujos de este temeroso perro en todo un icono de la animación. Aunque técnicamente sea más que correcta y no quepa duda de que logrará entretener con eficacia a los más pequeños de la casa, ¡Scooby! es otro fallido intento sin alma de tirar de un producto que, sobre el papel, funciona, para no tener que estrujarse la mollera con novedades cuyo resultado sí que sería un misterio. En este caso, al menos, la intriga brilla por su ausencia, y el aburrimiento urde su más fulgurante aparición.