PAU VERGARA: Parece bastante claro que el aumento de películas dirigidas y escritas por mujeres está abriendo la óptica a distintas temáticas frescas y novedosas. Es el caso de la flamante ganadora del pasado Festival de Cine de Málaga, una ópera prima llena de ideas sugerentes, matices, apuntes y reflexiones sobre la maternidad, la familia y la vida, narrada con una exquisita elegancia por Alazne Ruiz de Azúa. La maternidad/paternidad, ese periodo mitificado por la publicidad, por la moral o las marcas donde parece que todo sea de color de rosa. Pero nada más lejos de la realidad. El nacimiento trae consigo un periodo de cambios físicos, mentales, económicos y hormonales. Y todo ello tiene un impacto en las relaciones de pareja, familiares y con el entorno. Alazne Ruiz de Azúa lo ha contado con elegancia, equidistancia y cierto cariño hacia sus personajes.
Pero esta brillante directora ha conseguido hacer algo más; ha establecido un puente vital que conecta la crianza de los hijos con la de los padres. Es un hilo muy bonito y difícil de tratar. Cómo pasamos de preocuparnos de nuestros hijos e hijas, a hacerlo de nuestros padres. O todo a la vez como le pasa a la protagonista. Hay que destacar la naturalidad de la narración sin que salten las costuras o se caiga en lo impostado. Y en esto tiene mucho que ver las excelentes interpretaciones de Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea o Mikel Bustamante que bordan sus personajes. Y el final transmite cierta emoción cuando concluye ese viaje vital que lleva desde el nacimiento a la muerte. Una película muy recomendable, una excelente ópera prima y el nacimiento de otra directora que se añade la extraordinaria cosecha de cine hecho por mujeres de este año 2022. Como decían los antiguos críticos de Turia. A ver.