ANNA ENGUIX: Aunque quizás esto pudiese parecer favoritismo puro y duro, tras el visionado de más de veinte películas, podemos afirmar de nuevo que en esta edición 2023 de la Berlinale, el cine español, protagonizado por los realizadores Carla Subirana, Estíbaliz Urresola, Álvaro Gago, Paul B. Preciado y Lois Patiño, no tiene absolutamente que envidiarle a ninguna otra producción de cualquier otro país, empezando por Estados Unidos cuyos filmes traídos al festival cómo “Manodrome” o “The Adults“, están siendo fuertemente criticados.
Siguiendo la tradición de Carla Simón, la directora de “20.000 especies de abejas” Estíbaliz Urresola, ha vuelto a adentrarse en los espacios bucólicos y amables en contraposición a las narrativas comprometidas y difíciles de mostrar; en este caso, la transexualidad en la infancia.
Pocos días después de que en España se aprobase la “ley trans” (con 188 votos a favor y 150 en contra), Estíbaliz Urresola ha conseguido dirigir un filme valiente pero que al mismo tiempo, ha sido capaz de apelar a la empatía de un público muy crítico desde la sensibilidad y el sentido común. Con un próximo 8 de marzo muy dividido en el que muchas mujeres consideradas feministas transexcluyentes decidirán protestar en contra de esta ley, películas cómo 20.000 especies de abejas, fruto de la tristeza de la directora tras la noticia del suicidio de Ekai, un chico trans que puso fin a su vida mientras esperaba el tratamiento de fertilidad, materializan una de las conversaciones de Carla Simón entorno al cine español en “Salvados” por el motivo de celebración de los Goya: “¿Habría aceptado España la homosexualidad sin las películas de Almodóvar?”. Bien, desde mi humilde opinión, lo que si debemos tener claro es que son determinantes y necesarias para el cambio de mentalidad; es por esto que el trabajo del filósofo español con su filme “Orlando, ma biographie politique” (una adaptación del Orlando de Virginia Woolf) desde una perspectiva queer y no binaria, al igual que “20.000 especies de abejas”, han conseguido hacer activismo de la mejor de las maneras, con inteligencia, perspicacia y una ejecución ejemplar.
De la misma manera, “Sica” de Carla Subirana (sección Generation14plus) ha sido uno de los filmes favoritos de este festival; atreviéndose de nuevo a incluir actores no profesionales en el filme tal y cómo ya hizo Carla Simón con “Alcarràs”, este filme grabado en 16 mm, no sólo supone una oda a la naturaleza y una reivindicación del paisaje natural cómo parte de la identidad del ser humano, sino que consigue tratar el dolor y la pérdida desde una perspectiva feminista y sobre todo, consiguiendo darle voz a la clase obrera de una manera extremadamente bella y que además, ha conseguido descubrirnos a una enigmática actriz a la que le espera una gran carrera cinematográfica, Thais García Blanco.
Por otra parte, “Matria” de Álvaro Gago ópera prima estrenada en la sección Panorama del prestigioso festival, se posiciona también como una de las posibles ganadoras de esta sección. Este filme que también viajará a Málaga el próximo mes, surge a partir del exitoso corto que llevaba el mismo nombre y que acabó ganando el Premio del Jurado en el Festival de Sundance en los EEUU.
Por último, cabe destacar que Lois Patiño, director gallego que repite en la Berlinale, ha conseguido a través de un lenguaje innovador reivindicar la experiencia contemplativa a través del arte y el budismo zen tal y cómo ya hicieron otros artistas del audiovisual cómo Nam June Paik.
En definitiva, tal y cómo podemos observar, el protagonismo del cine español este festival está siendo inmejorable, pero sobre todo necesario. Se podría decir que toda una nueva generación de cineastas españoles, que lejos de las propuestas de directores cómo Juan Antonio Bayona con sus grandes superproducciones -las cuales también nos encantan-, se decantan por temáticas intimistas, experimentales y altamente visuales, que no sólo ponen en valor la importancia del paisaje en cada uno de sus films, sino que saben combinarlo con un alto grado de filosofía y reflexividad.