Nuestra tierra es única por muchas razones, algunas honestamente inconfesables, pero también muchísimas que representan un verdadero orgullo nacional y con razón. Yo, como buen extranjero que era (ya no me considero tanto, después de 20 años por estas costas) me dejé cautivar de inmediato por el aspecto más folclórico y, en un cierto sentido, ruidoso del valencianismo, pero con el tiempo he aprendido a apreciar y valorar pequeños lujos que llegan a la médula del auténtico viure valencià. Uno de ellos es sin lugar a dudas el arte de l’esmorzar. Esta necesidad ancestral de interrumpir el duro trabajo del campo a media mañana para recobrar fuerzas se ha convertido en un ritual imprescindible para la mayoría de los valencianos y que ha conseguido incluso que se le dedicara un concurso como el “Premi Cacau d’Or” ya en su sexta edición. Este año, dominado por confinamientos y distancias sociales, la gala para la entrega de los premios se ha retransmitido por streaming desde el Palau de la Exposició de València. Estos reconocimientos nacieron en 2015 de la mano de la comunidad virtual #LaCulturaDelAlmuerzo, con el apoyo de Amstel y el propósito de dar valor a esta tradición gastronómica valenciana. Cinco años después de su creación y tras haber distinguido ya a casi una treintena de locales, estos premios han ido evolucionando y sumando apoyos, como los de Visit València y la Concejalía de Turismo e Internacionalización del Ayuntamiento de València. En la gala han participado, además del concejal Emiliano García, Francisco Ahedo, Executive Events para Heineken España, la profesora Ana Lourdes Torres, y el además de periodista, agitador gastronómico Paco Alonso, en representación de #LaComunidadDelAlmuerzo. Siete han sido los bares y restaurantes reconocidos este año por sus propuestas de almuerzo. Casa Paquita de Eslida (Castellón) es uno de los locales preferidos por los ciclistas que recorren la Sierra de Espadán para reponer energías en sus rutas, mientras que Fernandet de Les Palmeretes (Sueca) tiene fama por sus propuestas con producto fresco del mar. La lista de premiados continúa con Casa Tere de El Grao de Gandía, templo de los guisos, calderos y elaboraciones tradicionales. La Aldeana de El Cabanyal de València, transforma su legado en sugerentes bocadillos que incorporan recetas clásicas con nuevos aires. En San Antonio de Requena, Ramos representa los almuerzos a la brasa, con embutidos y productos cárnicos de primera calidad. El palmarés se completa con Ca Tomás de Alzira, que combina el almuerzo popular con propuestas del senyoret, servidas en su comedor privado, y Reyton de Sueca, con una de las mejores relaciones calidad precio para unos suculentos bocadillos. Este “cacau del collaret dorado” distingue los mejores locales donde practicar una cultura del almuerzo que incluye variantes y frutos secos como entrante, un entrepá o plato principal, cerveza para acompañar y un café (cremaet en muchas ocasiones) para completar el ritual. La edición del 2020 de estos galardones alrededor de la cultura del esmorzaret se adapta a los nuevos tiempos. Por un lado, se ha creado una nueva categoría que quiere incentivar la presencia, cada vez mayor, de las mujeres en esta tradición culinaria. #DonesEsmorzadores nace de la mano de la profesora y aficionada a la gastronomía Ana Lourdes Torres y ella ha sido la encargada de recibir el premio en nombre de las galardonadas: las periodistas Regina Laguna, Rosa Domínguez y Laura Ballester; las influencers Pilar Montesinos, Raquel Esteve y Soledad Faulí, y la Fiscal Jefe de Delitos de Odio y escritora Susana Gisbert. Otra nueva categoría es #EsmorzarDeCasa, nacida durante el confinamiento para recoger las propuestas que los aficionados preparaban en sus hogares para mantener viva la llama del esmorzaret. Los premiados han sido el universitario Carlos Fajardo, el fotógrafo José Ramón Crespo y la peña gastronómica Glotton’s. A todos estos premiados y a vosotros, me gustaría mencionaros un bar donde me gusta ir a almorzar de vez en cuando y que me parece digno de premio, como todos los citados anteriormente: La Peseta del Grao de València, donde calidad y amabilidad se funden en un espacio acogedor y original. Destacan su bocadillo de potro con ajos tiernos y patatas panaderas, simplemente sublime, además, gildas y banderillas deliciosas y sardinas ahumadas espectaculares. Termino ya con un sabio y pertinente refrán: “de solo aire no vive nadie”.