LAURA PÉREZ GÓMEZ: Lo sabemos desde hace tiempo, pero el festival empieza y los carteles que decoran las calles donostiarras se encargan de recordarnos que estos días cabe la posibilidad de toparnos con Juliette Binoche por la zona del Kursaal o saliendo del María Cristina. No es ni mucho menos su primera vez en el festival de San Sebastián, pero esta 70ª edición será más especial, pues recibirá el Premio Donostia que destaca su prolífica carrera en el cine internacional. Y es su cara es la que protagoniza el cartel de esta edición de número redondo, pues hace unas cuantas que el certamen decidió homenajear así a sus premiados y, de paso, no calentarse demasiado la cabeza con la imagen de cada año. La actriz francesa, ganadora del Oscar por su papel de reparto en El paciente inglés, compartirá este honor y quizá algunos pintxos -quién sabe- con el director y guionista David Cronenberg, y de quien veremos durante el festival su última película de terror y ciencia ficción, Crímenes del futuro, que protagonizan Viggo Mortensen y Léa Seydoux.

Otra de las protagonistas, otra reina como se suele decir ahora, es la actriz Glenn Close, quien tendrá que trabajar un poco más que Binoche y Cronenberg, pues tiene el honor y la responsabilidad de ser la presidenta del jurado oficial de este año. Ojalá encontrarme por alguna de estas a la que ya fue premio Donostia en 2011 -incomprensiblemente aún no tiene el Oscar-, pues en mi opinión es una de las grandes actrices de su generación, que lo mismo te hace de Cruella de Vil, de la buena esposa de un premio Nobel o de la despiadada abogada en la serie que hizo que me convirtiera en su fan número uno, Damages (2007). En una de sus ultimas declaraciones decía que le encanta venir a San Sebastián pues “la gente allí es maravillosa”. ¡Tu más, Glenn, tu más!

La cosa no queda ahí, puesto que Close compartirá mesa en el consejo de sabios con Hlynur Pálmason, uno de los mejores cineastas islandeses de los últimos años -vale, quizá no hay tantos, pero su cine es igualmente admirable. El director de Un blanco, blanco día y Winter Brothers, presenta en la sección Zabaltegi, su último largometraje, Godland, que ya estuvo en el pasado festival de Cannes. Lamentablemente, esta película no alcanzaré a verla salvo milagro -y que tenga 143 minutos libres-, ya que desde la edición posterior al Covid, las entradas se deben sacar con antelación, asegurándonos así el asiento, evitando colas pero dejando muy poco espacio a la improvisación de la que tango gozaba en los tiempos prepandémicos.

Partidaria o no de este sistema de reservas online, ya tengo mi lista de visionados para las primeras jornadas del Zinemaldia. Apuesto un año más por la sección Perlas, ya que es como apostar a caballo ganador. Lo mejor de cada festival se reúne en esta sección para los que menos arriesgan y menos viajan a festivales internacionales. De Perlas podré ver la última de Santiago Mitre, Argentina, 1985, reciente ganadora del premio Fipresci en el festival de Venecia. Inspirada en la historia real del juicio contra la dictadura argentina, cómo no veremos a Ricardo Darín haciendo de las suyas una vez más en una cinta que a priori parece sugestiva. Don’t worry, darling es otra de mis apuestas, aunque no sea de mis favoritas, tanto ha sido el revuelo que ha causado la segunda película de Olivia Wilde en Venecia -rumores de la prensa rosa que no vienen al caso-, que todo sea por ver a la gran Florence Pug en estado de gracia como una buena ama de casa que no tiene un pelo de tonta. No podía faltar a mi cita -casi- anual con el cine de Mia Hansen-Løve, ahora que la conocemos más de cerca tras su paso por Cinema Jove como flamante Luna de Valencia de esta edición. Un beau matin es su última apuesta tras apenas haber estrenado en España la anterior, La isla de Bergman. Con Léa Seydoux a la cabeza de este drama familiar con sello Hansen-Løve y el beneplácito de Cannes, nada puede salir mal. Casi se me escapa, pero logré coger asiento para Un año, una noche, la última de Isaki Lacuesta, que tras su paso por la Berlinale con estupendas criticas, arriesga con este drama juvenil que tiene como escenario la noche del atentado terrorista en la sala Bataclan de París en 2015. Pese a que las opiniones con esta han sido de lo más diversas, As bestas se encuentra en mi agenda de proyecciones ya que no podía dejar pasar una propuesta que mezcla el drama de personajes con el thriller rural con la firma y pulso de Sorogoyen.

Por supuesto hice un hueco en mi listado para algunas de la sección oficial, a ver si entre esas pocas se encontrara la ganadora de la Concha de Oro, de Zabaltegi y de Horizontes Latinos. En pocos días alcanzo a ver tres apuestas de la Oficial: Girasoles Silvestres, del veterano y siempre interesante Jaime Rosales, Runner, opera prima de la norteamericana Marian Mathias; Sparta, la última locura de Ulrich Seidl que viene con polémica bajo el brazo -fue censurada en Toronto tras las acusaciones al director de maltratar a los niños actores durante el rodaje-; y hablando de maltrato, podré ver Cerdita, también opera prima de Carlota Pereda, que tras su flamante estreno en Sundance, ya le tenia yo ganas a esta cinta de terror castizo. Me pierdo muchas interesantes propuestas, como la última de Alberto Rodríguez (Modelo 77), la segunda de Pilar Palomero (La maternal), o a Fernando Franco y su Consagración de la primavera. Sin embargo, viajo a Donosti con un buen “line up” y mucha ganas de ver buen cine, probar buenos pinxtos y ver por dónde se mueve Mrs Close.