SUCEDIÓ estas navidades. Mientras Valencia disfrutaba de una estupenda y anómala primavera, en Moncloa recibían las encuestas electorales de las comunidades autónomas. No había sido un invierno muy agradable para la Generalitat Valenciana. Los desencuentros con el Gobierno de Pedro Sánchez se ha habían agudizado a raíz del anuncio de la bajada de impuestos por parte del President, Ximo Puig. A partir de aquí han sido todo desencuentros: el dret civil valencià excluido de la reforma constitucional, el trasvase Tajo-Segura en contra de los intereses de los regantes alicantinos, la disminución del presupuesto estatal para las infraestructuras de Alicante. Casi parecería que desde Moncloa dan por finiquitado el Govern del Botànic.
MONCLOA fue clara. Unides Podem no superaría la barrera del 5%, quedándose en un 4.7%, lo que impediría reeditar el Botànic. Nuestros lectores han leído bien. No dan los números para reeditar el Botànic. Gobernaría Vox+PP en el bello y querido País Valencià. No es volver a la etapa del “moniato” Alberto Fabra, el “curita” Camps o el “campeón” Zaplana. Es volver a la Valencia predemocrática de Blas Piñar y el GAV.
LAS MALAS NOTICIAS no vienen solas. Desde Moncloa tendrían datos de que el Ayuntamiento de Valencia también se perdería. Los datos establecerían que el PSPV-PSOE perdería 2 concejales, lo que daría virtualmente la victoria al bloque PP-Vox. Así de duro.
ESTAS ENCUESTAS matizarían mucho los datos aportados por el CIS de José Félix Tezanos que proyecta un 5.5% de voto para Unides Podem y 7 diputados, lo que proyectaría una victoria del Botànic. Pero ya se sabe que últimamente el CIS falla más que una escopeta de Feria. Desconfianza total.
LA NO entrada de UP en Les Corts sería una catástrofe total, no solo para el partido morado, también para el resto de partidos del Botànic. Su destino y el de los centenares de miles de votantes progresistas, está unido. O todos ganan, o todos pierden.
CON ESTOS datos, la lógica política y electoral haría necesario un entendimiento entre Compromís y UP. Con todos los inconvenientes, matices y problemas totalmente comprensibles que se quieran poner. “2+2 no suman 4 en política”; lo sabemos. “No queremos ir con un partido con sede en Madrid”. Conocido y escuchado. “Sus exigencias en las listas y reparto de puestos y asesores no se corresponde con su poder real”. Sin lugar a dudas. “Los resultados por separado serán mejores que ir unidos”, muy cuestionable. Pero hay un inapelable y poderoso argumento. Si UP no pasa la barrera del 5% no habrá Botànic. Y alguien puede decir: No es nuestro problema. Que lo hagan mejor. El problema no es de UP, ni Compromís, ni del PSPV, es de los ciudadanos que queremos y exigimos que vuelva a haber una mayoría progresista en el País Valencià que pare la derecha extrema y la extrema derecha. Porque no serán cuatro años. Conociendo cómo se agarran al poder, serán muchos más. Y destruirán todo lo que ha conseguido el Botànic en estos 8 años. No quedará, piedra sobre piedra.
TODO indica que no habrá acuerdo entre UP y Compromís. Ha habido varios encuentros y la decisión está tomada. Las palabras del Vicepresident y Conseller de Vivienda, Héctor Illueca, marcando distancias con Ximo Puig y Joan Baldoví respecto al asunto Mercadona, indican que Podem ha iniciado su propio distanciamiento y su propia estrategia electoral que irá modulando en las próximas semanas.
LOS NÚMEROS no salen. Frente a la tozuda realidad se están explorando dos caminos. El primero sería hacer una reforma express de la ley electoral. Hay que recordar que ésta ha sido una demanda histórica por parte del arco parlamentario de Les Corts que se paró por cuestiones internas de Ciudadanos. El objetivo sería rebajar la barrera electoral al 3%, lo que ayudaría la entrada de UP. La nueva responsable de Ciudadanos vería con buenos ojos esta rebaja que les ayudaría también a no desaparecer políticamente. El gran inconveniente vendría porque serían necesarios los votos de los diputados que abandonaron Ciudadanos para irse al Grupo Mixto. Algunos de ellos ya tienen el compromiso de reforzar las listas del PP. Aunque hay voluntad, parece que los números no dan.
LA SIGUIENTE estrategia sería tratar de absorber los votos de UP. Es lo que se plantean en Compromís. Se trataría de repetir la operación que ya se dio en el Ayuntamiento de Valencia por la cual UP se quedó sin escaños, porque sus votantes apostaron por votar a Compromís. Más allá de la legitimidad de disputar el voto morado, parece difícil que sean capaces de absorber los 8 diputados que en la actualidad tiene UP. Sería insuficiente.
DENTRO de este contexto hay que entender la agresiva estrategia de comunicación política de Podem poniendo a Mercadona y a Juan Roig en el medio del debate político. Las acciones políticas de Vivienda atraen pocos titulares, pero mencionar a Juan Roig agita el debate y añade una palanca emocional que llama a la puerta al votante de ese target electoral. Además, cualquier crítica-de Ximo Puig o Baldoví- refuerzan y alimentan la estrategia. Para que surja efecto debe repetirse todos los días y hacer subvarientes con los agricultores valencianos, pescadores y toda la cadena alimentaria que no han visto repercutir el aumento de los precios en mejores remuneraciones en origen. Es una estrategia con riesgos, pero pensamos que Podem tiene poco que perder y es mejor agitar que estar callados.
ESPEREMOS que Pablo Iglesias demuestre su sintonía con Héctor Illueca y se implique a fondo en la campaña valenciana. Es el único que puede levantar el ánimo en Podem y que esto no termine en una auténtica tragedia griega. Ya pasó en Madrid y debería hacer lo mismo en el País Valencià.
LAS ENCUESTAS son fotos fijas. No quiere decir que la suerte esté echada. Sabemos que estáis deprimidos después de leer este Huevo. Solo pretendemos contaros la realidad para saber dónde estamos e invitaros a activaros, cada uno en sus respectivas parcelas personales y profesionales, para no dejar que pasen. No podemos ser más claros. Es una llamada a la acción.
Publicado en la edición papel el 3 de febrero de 2023.