La joven cineasta Belén Funes afronta su opera prima en el largometraje con un tema social tan actual como controvertido. La preocupación de la directora catalana por un sector social concreto, invisible y propenso al abandono y a la soledad –desde un prisma feminista- queda patente en su primer cortometraje Sara a la fuga, que cuenta la historia de una adolescente que reside en un centro de menores y fue abandonada por sus padres. Chicas jóvenes que a su edad se enfrentan a problemas que requieren más madurez; pura supervivencia. En La hija de un ladrón, Funes rescata de algún modo la historia de Sara (aquí, magnifica Greta Fernández, ganadora de la Concha de Plata), y vuelve a contar con Eduard Fernández en el papel del padre ausente (magnífico tándem que hace con su hija). Sara es algo más mayor, tiene un bebé y sobrevive con todo tipo de trabajos para poder alimentar a su hijo y vivir dignamente. Su expareja, el padre de su hijo, la rechaza sentimentalmente, del mismo modo que su padre la dejó de lado –cuando empieza la película, acaba de salir de prisión-.
La hija de un ladrón no nos cuenta qué le ocurrió en el pasado a los personajes, huye de sobre explicaciones, arrepentimientos y reproches y pone el foco directamente en el presente, que es lo único que tiene Sara (su futuro es más que incierto). La cámara le sigue continuamente, va junto a ella, tras ella, vemos el mundo desde su mirada, al más puro estilo realista de los hermanos Dardenne. Aquí, unos personajes, especialmente Sara, que callan, que se guardan sus sentimientos, aprietan los dientes y salen adelante como pueden –esto lo vimos también en su segundo corto, La Inútil, en el cual también participa Greta Fernández-. Retrato y justicia social es lo que muestra Belén Funes en su primera película, la cual cuenta una historia nada extraordinaria, por desgracia demasiado común, y que sitúa en la ciudad de Barcelona, que aquí se describe nada moderna, abierta o cosmopolita. La de La hija de un ladrón es una historia, al fin y al cabo, de soledad, de abandono y de la búsqueda del amor y cariño que Sara nunca ha recibido y el que cualquier ser humano se merece tener.