CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA: Disponemos de unos premios Carles Santos y también de los más veteranos Ovidi, y también de una Fira de la Música Valenciana, cosas de las que – en su mayoría – carecíamos hace algo más de una década (otra cosa es en qué condiciones continúen a partir de ahora), pero la música popular facturada en la Comunitat Valenciana sigue teniendo el mismo débil reflejo en los medios de ámbito estatal que en las últimas temporadas. Tampoco es que desde aquí saquemos mucho pecho, dado el escuálido estado de nuestro periodismo cultural, abocado a la condición de hobby para quienes puedan vivir de rentas o de cualquier otro menester con remuneración medianamente digna. La de las letras es otra de las patas más débiles de una industria de por sí precarizada, y apenas los medios de siempre (Enderrock, El Temps, Beat Valencia, la edición valenciana de Mondosonoro o el espacio radiofónico Territori Sonor) dedican un listado a los mejores discos de una escena que rara vez ocupa más de un 5% de espacio en las listas estatales de los principales medios de referencia (cuando nuestra población anda por el 10% del total). Llámalo infrarrepresentación, falta de eco, techo vidrioso… ¿escasez de talento? No creo que ese sea precisamente el problema.
Mis discos favoritos valencianos de este año han sido los de Ona Nua, Sandra Monfort, Gazella, Pau Corea, Jimena Amarillo, Virgen de la Periferia y Queidem. O sea, pop más bien clásico, folktrónica, noise-shoegaze, pop electrónico, rock gótico-noir-navajero mediterráneo e intimismo digital, por etiquetarlos pronto y del modo más sintético posible. También han brillado el folk sui generis de Sanisidro, La Maria, Carles Dénia, Pep Gimeno “Botifarra” o Verdcel – cada uno con sus acusadas particularidades –, el rock de Doctor Divago, Johnny B. Zero o Carolina Otero & The Someone Elses – ídem –, la indefinible canción de autor de Carles Chiner y Samuel Reina, el post punk de La Culpa, el hip hop millennial de Aina Koda o la electrónica descacharrada de Sentuhlà, uno de los últimos proyectos de Jose Guerrero. Cerca de veinte referencias que hemos seleccionado entre el centenar (aproximado) de álbumes – en lo de los EPs y singles ya ni entramos – que se publican al año en las comarcas valencianas, deparando un muestrario de lo más rico, heterodoxo y estimulante, para cualquiera que tenga los oídos despiertos.
A continuación, mi lista de discos favoritos en el plano internacional, ordenados alfabéticamente. Este año (lo reconozco) algo más clasicota que en ejercicios anteriores. Y también más corta: solo once. Menos también que otros años. Pero todos muy satisfactorios. Intensos. Exuberantes.
Anohni and the Johnsons – My Back Was a Bridge For You To Cross (Rough Trade); Bar Italia – Tracey Denim (Matador/Popstock!); Blur – The Ballad of Darren (Parlophone/Warner); Julie Byrne – The Greater Wings (Ghostly International); Grian Chatten – Chaos For The Fly (Partisan/PIAS) Lloyd Cole – On Pain (Ear Music); Everything But The Girl – (Buzzin’ Fly Records/Virgin); Róisín Murphy – Hit Parade (Ninja Tune/PIAS); Overmono – Good Lies (XL/Popstock!)Caroline Rose – The Art of Forgetting (New West); Yo La Tengo – This Stupid World (XL/Popstock!).