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RESUMEN MÚSICA 2020: COSECHA DE DISCOS MEMORABLES

La música pop ha sido, el año pasado más que nunca, una tabla a la que agarrarse en medio del naufragio. Con la industria al borde el colapso, la gran mayoría de salas y festivales cerrados hasta nuevo aviso y los músicos obligados a poco más que emitir conciertos acústicos en streaming a través de sus redes sociales, un simulacro de la experiencia real del directo (se mire como se mire), se ha dado la paradoja de que la cosecha de discos memorables ha sido, en general, más cuantiosa que en años precedentes. Aún sin poder saber si la pandemia agrandará la brecha entre los músicos de más renombre internacional, tan inmunes a esta coyuntura que podrán salvar los muebles, y aquellos que han de ganarse el pan a base de pico y pala en decenas de giras por medio mundo, sí ha quedado al menos claro que 2020 ha sido un ejercicio tremendamente fértil. Tanto si la sacudida que hemos sufrido todos ha tenido un impacto realmente apreciable o no, porque muchos de esos discos fueron gestados antes de que a final de marzo nuestra vida se viera modificada.

A un servidor le ha costado, más que nunca, redactar una lista de veinte recomendaciones internacionales (la que compartiremos la semana que viene, en la segunda parte de este repaso, junto a lo más granado en territorio valenciano y español), señal de que durante 2020 ha habido pocas vías para escapar de la demoledora realidad tan estimulantes como la música pop y rock, en cualquiera de sus variantes. Si no podemos crear otros mundos más confortables, o al menos lo tenemos harto complicado por mucho que nos empeñemos, siempre nos quedarán los discos para imaginarlos.

Tanto en el ámbito del pop multiforme que se alimenta de influencias de diversas latitudes y texturas (Moses Sumney, Perfume Genius, Sylvan Esso, Khruangbin, Bananagun) como en los cauces de estilos mucho más codificados, ya sean la electrónica (Kelley Lee Owens, Caribou, Jessy Lanza, Disclosure, Ela Minus, Against All Logic, Four Tet), el power pop (Speedways, Reflectors, Ezrat, Dropkick), el hip hop (Run The Jewels, Megan The Stallion, Nas) o el sonido americana (Fleet Foxes, Margo Price, Drive-By Truckers), también en ese terreno un poco de nadie que se mueve entre el folk, el soft rock y el pop de filiación indie noventera (Phoebe Bridgers, A Girl Called Eddy, The Innocence Mission, Laura Marling, Phoebe Bridgers, Fionna Apple, Waxahatchee, Caroline Rose, Matt Berninger), hubo discos auténticamente notables con los que satisfacer el apetito más exigente, tanto para quienes se aferran a las escrituras más clásicas como para quienes necesitan señuelos de vanguardia.

Capítulo aparte merecen, en este sentido – más en el de lo tradicional que en el de la vanguardia, vaya – los últimos trabajos de ilustres veteranos como Bob Dylan, Bruce Springsteen, Paul Weller, Lucinda Williams, Elvis Costello o un Bill Fay por fin evaluado en su justa dimensión, aparte de unos The Dream Syndicate en estado de gracia, y de la rehabilitación de unos Flaming Lips, un Rufus Wainwright, un Benjamin Biolay, unos Strokes o un Morrissey que volvieron a sus mejores registros, tras años de trabajos dispersos, desenfocados o discretos, por diversos motivos.

Dos estilos han despuntado con fuerza en el año en el que, precisamente, más complicado (por no decir imposible) era disfrutarlos con nuestros semejantes: con las discotecas cerradas y las pocas salas de conciertos abiertas repletas de sillas, era materialmente inviable marcarse unos buenos bailes, o gritar y enloquecer ante un escenario saltando como una peonza y empujando al personal al ritmo anárquico de un buen pogo. Pues bien, tanto los ecos de la música disco como los del (post) punk y el (post) hardcore se han hecho notar con un vigor inusual: los primeros, con los discos de Dua Lipa, Kylie Minogue, Jessie Ware y Róisín Murphy. Los segundos, con los de Fontaines DC (más atemperados, eso sí), Idles, Dogleg, Touché Amoré o Coriky.

Lo dicho: en nuestra próxima entrega rematamos este repaso a lo que dio de sí el año maldito con más discos de aquí y nuestra tradicional lista de favoritos.

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