Hace mucho tiempo que Cesc Gay lleva ofreciéndonos buen cine. Cine de calidad, bien escrito y dirigido. Recuerdo perfectamente, su ópera prima, Hotel Room, rodada en Estados Unidos y esa pequeña joya en clave de comedia adolescente que es Krampak. Desde entonces se ha convertido en uno de los directores y guionistas más regulares de todo el cine español. Algunas de sus películas como Truman, han sido auténticos éxitos de taquilla nacional e internacional. Su brillante carrera es un valor seguro. Lo vuelve a demostrar una vez más en Sentimental, donde Cesc Gay hace de la necesidad virtud en una comedia que me pareció extremadamente divertida. La película transcurre en una sola localización y se basa en dos claves. Un guion chispeante, con buenos diálogos y personajes muy bien definidos, y una soberbia interpretación de Alberto Sanjuán, Belén Cuesta, Griselda Siciliani y Javier Cámara. Hacer comedia es seguramente uno de los género más complicados del arte cinematográfico. El equilibrio, la medida y el tempo son fundamentales y Cesc Gay se le nota cómodo, pero se cuida en sostener las interpretaciones de sus actores para no traspasar la línea roja de la sobreactuación y echar al traste con la gracia de ese extraño encuentro entre vecinos. La película tiene mucho de teatral, pero funciona perfectamente en la gran pantalla. Sin duda, su hora y quince minutos ayudan para no alargarlo demasiado. En resumen, Cesc Gay vuelve a dar una clase magistral de comedia ayudado por una espléndida interpretación de unos actores en estado de gracia.