CARLOS P.DE ZIRIZA: Podrían ofrecer cuatro conciertos con repertorios completamente distintos y resultarían igual de convincentes. Ni una sola de las canciones que interpretaron en La Rambleta figura entre sus diez más escuchadas en plataformas como Spotify. Anunciaron esta gira como una celebración de sus treinta años de carrera y el setlist dispuesto no puede estar más alejado de un teórico grandes éxitos. Pero tocan tan clavados, son tan puntillosamente exquisitos, que siempre seducen. Apenas “Her” (del primer disco), “Sleepy Song” (del segundo) y “Say Goodbye To The City” (del sexto) recordaron a la banda anterior a The Something Rain (2012), el álbum que supuso casi una refundación para los de Nottingham – ya no estaba el violín de Dickon Hinchliffe, tan relevante sobre todo en directo – y el trabajo al que su líder, Stuart Staples, tanto aprecio tiene: tanto este como The Waiting Room (2016) y No Treasure But Hope (2019) coparon el mayor protagonismo en una noche sin hueco alguno para ninguna de sus últimas tres entregas: ni Distractions (2021), ni su recopilatorio Past Imperfect (2022) ni por supuesto su última banda sonora.
Así son Tindersticks. Siempre mirando hacia adelante. Siempre buscando nuevos estímulos sin renegar de su identidad. Sin delegar en la acomodada nostalgia. De otro modo, tal y como me confesaba Staples en una entrevista previa, no hubieran durado ni diez conciertos juntos. Tan dickensianos como siempre, elegantes, sobrios, minimalistas y sin nada que se preste ni un gramo a lo superfluo, con los teclados de David Boulter delimitando sus texturas y la imponente voz de un Stuart Staples que sigue en modo imperial, por muchos años que pasen. Crearon una suerte de género propio (lo de Scott Walker, Leonard Cohen o Serge Gainsbourg no son más que tenues sombras que solo pueden servir como introducción al completo neófito) y llevan décadas moldeándolo a su antojo. Y puede decirse que de esta, de la que era al menos su tercera visita a Valencia (tras pasar por La Rambleta hace diez años o por Repvblicca hace ya 19, si la memoria no me falla), tampoco nadie pudo salir defraudado.