Cartelera Turia

EL ASCENSO DE SKYWALKER, de J. J. Abrams

Star Wars nos rodea y cada cierto tiempo nos hace ir al cine. Tengo el cofre entero en Blu Ray y he hecho algún maratón para ver la saga entera. Me quedé con mal sabor de boca al ver Rogue One, de Gareth Edwards. En la anterior crítica escribía que me había parecido mucho más impersonal que El despertar de la Fuerza, dirigida por el propio J.J Abrams: “Abrams ha cerrado tramas y ha presentado las bases para el futuro con la presentación de nuevos personajes como Rey (Daisy Ridley) o Finn (John Boyega). Ha imprimido un nuevo estilo más serio, sin estridencias, ni concesiones a la infantilización de personajes como sucedía en los Episodio, I, II y III. Abrams ha apostado por los escenarios naturales, los efectos físicos y las maquetas huyendo de la sobredosis de efectos digitales”. Esta línea creativa no ha cambiado, pero en el caso del Ascenso de Skywalker la palabra que mejor define el film es “exceso”.

No estamos hablando de su excelente factura técnica y sus espectaculares escenarios. Estamos hablando de una trama difícil de seguir y entender, un revival de viejas glorias galácticas con Skywalker (Mark Hamil) y Han Solo (Harrison Ford) que tuvieron su gracia al inicio, pero que ahora cansan. J.J Abrams ha querido hacer una película tan original y sorprender al espectador con varios giros finales que tengo la sensación de haber visto un gran collage, un roscón de reyes luminosos y coloristas compuesto por retales de historias, personajes y paisajes. Son una parodia de sí mismos. Y me duele porque los que somos seguidores de Star Wars nos merecíamos más.

Es difícil describir un final, tan atropellado, increíble e hiperbólico con el beso final entre Rey (Daisy Ridley) y Kylo Ren (Adam Driver). Es cierto que uno tiene que hacer esfuerzo para remontarse al árbol genealógico de los protagonistas. Ren es hijo de los personajes Han Solo y Leia Organa, y nieto de Anakin Skywalker y Padme Amidala, y aprendiz del Emperador Palpatine. En este episodio aprendemos que Rey es sobrina del Emperador Palpatine, una Sith y representante de todos los Jedi. Sorpresas que uno se lleva.

Así, querido lector hay que ir a ver Star Wars, con el manual de instrucciones y la lección bien aprendida.Por tanto, Star Wars: El ascenso de Skywalker, decepcionará a los seguidores más veteranos y es posible que enganche a las nuevas generaciones.
La siguiente será un puente hacia un mundo desconocido. Habrá que reinventarlo todo. Así que May the force be with you o Merry force be with you, querido lector.

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