(3) LA PRIMERA PROFECÍA, Arkasha Stevenson
PAU VERGARA: Hay semanas que la cartelera te da sorpresas y esta es una de ellas. No podíamos esperar que el estreno de la precuela de La Profecía (1976), un clásico del cine de terror, se iba a convertir en una de las mejores películas que hemos visto este año, y sin duda, la mejor del género de terror. Dirigida de forma brillante por Arkasha Stevenson, La primera Profecía, no solo es una digna precuela, es un film con personalidad propia dentro del terror arthouse o cine de terror de autor. En ningún momento cae en los lugares comunes y sabe manejar de forma magistral la tensión y los sustos. La plasticidad de colores y la planificación de Arkasha Stevenson es de sobresaliente. La historia comienza con una monja que llega a Roma para unirse a la
congregación de un orfanato. Pronto vemos que allí están pasando extrañas cosas. La luz inicial se torna en pesadilla donde nada es lo que parece. La directora sabe transportarnos mediante las imágenes a un universo agobiante y cerrado de una Iglesia de sombras y oscuridad. Es una de las películas más blasfemas y con más mala leche que hemos visto últimamente. Hace guiños al cine del nunsploitation (cine setentero de monjas), a las películas terror de serie B italianas, lanza dardos feministas (la incomodidad del traje de monja) y plantea la idea de que el Anticristo está en el Vaticano. Es una película atrevida, punzante que huye de los lugares comunes. En mi opinión, supera a La Profecía. La directora ha optado por una realización con cierto aire retro (zooms y una textura con mucho grano) que conecta con su continuación. El plantel de actores funciona a la perfección con la interesante Nell Tiger Free y la siempre efectiva presencia de Bill Nighy, Sonia Braga y Charles Dance. Una de las sorpresas de año y una directora a la que hay que seguir. No es para todo tipo de público, pero estoy seguro que gustará a los amantes del género de terror.