COCOLISO: LA HISTORIA está llena de fechas señaladas. Periodos de tiempos donde se juega el rumbo de un país. Los historiadores suelen dar cuenta de ello en los libros de historia. La mirada a posteriori siempre es necesaria, pero mucho más importante es ser consciente de lo que nos vamos a jugar en los próximos cinco meses.
LA derecha de nuestro país no es una derecha normal. Es una derecha que bebe del trumpismo, que difunde el mismo ideario conspiranoico del ideólogo de Trump, Steve Bannon, que considera a este Gobierno ilegítimo y que son capaces de todo con tal de alcanzar el poder. Hay quien sostiene que éstos se adelantaron a los anglosajones en mentiras y fomento de la crispación. ¿Recuerdan a Aznar con el Vayase señor Gonzalez ,en 1996, y a las mentiras fabricadas en torno al atentado de Atocha en 2004? Son gente peligrosa.
EL INTENTO de golpe de Estado en Brasil es un claro aviso de lo que podría pasar en España si no gana PP-Vox. Son las mismas ideas, la misma base que sirve para asaltar las instituciones del Estado. A pesar de que analistas y politólogos lo ven una posibilidad muy remota en España, nosotros no lo descartamos. Los patrones son claros, están coordinados y no van a parar.
LO SUCEDIDO en Brasil es un calco de lo que pasó en el asalto al Capitolio de Estados Unidos. La coordinación entre Steve Bannon, Bolsonaro y Abascal en sus estrategias es un hecho, tal y como informaba el diario Público. En España esa estrategia es posible gracias a la complicidad del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo que, dos días después del asalto al Parlamento brasileño, sede de la presidencia y Tribunal Supremo, volvía a dudar de la legitimidad del Gobierno acusándolo de subvertir el orden constitucional y calificarlo de “intervenido”, al tiempo que denunciaba un “asalto” a las instituciones, entre las que incluye organismos y empresas clave para el recuento electoral. Mientras Abascal habla directamente de “golpe de Estado”.
NO ES AJENO el episodio vivido en el Tribunal Constitucional, tratando de evitar su propia auto-renovación, dando un golpe al Congreso de los diputados y prohibiendo la votación de una ley en el Senado que implicaba a la renovación del propio Tribunal. Y mientras tanto, los vocales aliados del PP en el CGPJ contribuyendo al bloqueo de la renovación de un órgano constitucional fundamental. El secuestro de las instituciones es también un clásico del trumpismo. Al menos, llegan buenas noticias con la renovación del TC y el nombramiento de un presidente de prestigio, como Cándido Conde Pumpido, y una acreditada magistrada especialista en violencia contra las mujeres, como Inmaculada Montalbán, en el cargo de vicepresidenta. Se podrían haber ahorrado todo lo anterior.
AL MISMO tiempo, estamos viviendo la campaña mediática más salvaje que se recuerda en las últimas décadas. Medios de comunicación que tergiversan a menudo los datos, otros mintiendo directamente y convertidos en las terminaciones nerviosas de los poderes económicos (banca, energéticas,etc), que no aceptan a un Gobierno que les ha puesto límites y les ha parado los pies. Cuando lean las portadas de El Mundo, La Razón, ABC, u oigan la COPE, Ana Rosa, Vicente Vallés, Carlos Alsina en Onda Cero, El Español, de Pedro J., Vox Populi y Ferreras-más sutil- y pseudo medios de la extrema derecha como O.K Diario, EsRadio, The Objective y muchos otros, se darán cuenta de la grandísima ofensiva que hay montada. No pueden permitir cuatro años más de un Gobierno de la gente.
EL BOTÀNIC 2 también está en riesgo, acosado por todo tipo de fieras carroñeras y aves rapaces sedientas de sangre. Van a ser cinco meses de infarto, donde la derecha populista va a alinear sus estrategias nacionales a las autonómicas. Miembros del gobierno andan preocupados por la ofensiva relacionada con el llamado “Caso Azud”. Se teme que estén preparando junto a la derecha mediática una campaña enfocada al Molt Honorable, Ximo Puig.
EL PROBLEMA de fondo para el PPCV es que no termina de encontrar el eje de su campaña. Ha ido siempre a remolque de Isabel Díaz Ayuso, con varios tropiezos y dudas, ya que Carlos Mazón era un hombre impulsado y propuesto por Teodoro García Egea y, por tanto, hombre de Pablo Casado-que en paz descanse-. El Botànic está bien armado con los datos. Le avalan los resultados, por eso el PP tratará de embarrar el terreno de juego. El Gobierno se decidirá por un puñado de votos.
VAN a armar ruido para que no se hable de lo importante: Record de afiliados a la Seguridad Social, record en la firma de contratos indefinidos -Inflación más baja de Europa, la electricidad más barata de Europa, subida y revalorización de las pensiones, y subida SMI.
LOS BUENOS datos económicos, la buena labor del President Ximo Puig y sus consellers, con grandes logros como la factoría Volkswagen y una buena gestión-ya casi nos hemos olvidado de la pandemia- son una poderosa tarjeta de presentación. Por eso necesitan otros elementos que manchen la imagen de políticos decentes y, para ello, tendrán como aliados a esos poderes togados que van a hacer coincidir el tiempo judicial con las elecciones autonómicas. Y ya sabemos que son expertos en cobrarse piezas políticas como fue el caso de Mónica Oltra, Vicepresidenta de la Generalitat. Atentos por ahí.
EL GOLPISMO se pasa votando. La izquierda progresista es experta en discutir por los detalles sin ver el cuadro entero. El Botànic 1 y 2 es un ejemplo de regeneración, de gestión y de trayectoria. En 8 años se ha hecho mucho, pero se necesitan 4 años más para terminar de darle la vuelta a las políticas del Partido Popular. La alternativa será volver a algo muy parecido a la etapa predemocrática. Sería un retroceso que tiraría a la basura todos los logros sociales, económicos y políticos conseguidos. No valen las quejas. A votar y votar.
LAS PRÓXIMAS semanas os ofreceremos entrevistas con los principales candidatos a las elecciones autonómicas y municipales. Vuelven les EspèciesBotàniques, una forma distintas de acercarse a nuestro políticos. Estad atentos.
LLEVAMOS una excelente entrada de año en cuanto a películas y series. Es casi imposible procesar tantos contenidos interesantes. Y 2023 parece que no va a ser menos. Vamos al lío.