Una de las mejores anécdotas que he escuchado en el ámbito del rock tiene como protagonistas a la banda de true metal Manowar y al cantante Bertín Osborne. Viene avalada por una foto que circula por Internet en la que el grupo heavy y Bertín posan amistosamente. Dada la sideral distancia artística entre ambos, se ha llegado a pensar que la foto es un montaje. Pero no, es auténtica y la historia está avalada por el propio Bertín.
Sucedió hace años en el hotel Palace de Madrid, cuando ambos artistas coincidieron. Bertín tenía una presentación de sus vinos, y Manowar venían de promoción. Resulta que Eric Adams, cantante de Manowar, es de familia italiana, y su madre fan total de Bertín Osborne. Al percatarse de que estaba en el hotel, Adams le pidió a su manager que contactara con Bertín para ver si le podría hacer una dedicatoria a su madre y una foto con la banda. El compositor e intérprete de la mítica “Buenas noches señora”, aunque no tenía ni idea de quienes eran Manowar, accedió a encontrarse con la banda en el bar del hotel. Se cayeron bien, se hicieron la foto, Bertín, les invitó a probar sus vinos, la cosa se alargó entre risas y más copas, hubo buen rollo y acabaron jurándose amor eterno.
Pero la cosa fue a más cuando se percataron que Manowar tenían concierto en Amsterdam días después, y Bertín otra presentación en la misma ciudad y mismo día. Manowar no lo dudaron: “¡Bertín, tienes que cantar con nosotros!”. “Pero, ¿cómo voy a cantar yo un tema heavy?” se descojonó Bertín. Lo que le propusieron fue cantar con ellos el Nessun Dorma de Puccini, tema que habían adaptado y grabado Manowar y tocaban en sus directos. En alguna entrevista he escuchado al propio Bertín asegurar que cantó con ellos, aunque como no hay vídeo de tan memorable evento, ignoro si fue en el mismo concierto, en los ensayos o en una grabación.
Pero quiero pensar que fue en el concierto. Y que un joven e ilusionado heavy español, que había gastado sus ahorros en ir con sus colegas a ver a Manowar en Amsterdam, esperaba ansioso el inicio del espectáculo de la gran banda de heavy clásico, dando nerviosas caladas a un canuto. De repente, se apagan las luces, salen Manowar al escenario, empiezan a tocar y… ”un momento, ¿quién ese ? Joder, se parece un montón a Bertín Osborne… ¡¡¡Ostia, es Bertín Osborne!!!”. Se miraron entre ellos con la cara desencajada, para luego bajar la vista a lo que quedaba del cigarrito: “¿Dios, qué nos han vendido?”