ARTURO BLAY: En septiembre de 1997, Radio Valencia SER presentaba su audaz apuesta para renovar el programa magazín de mediodía: bajo el nombre de No estamos locos, en la franja de 12.20 a 14 horas, asumieron la responsabilidad del principal programa local de la emisora dos de los locutores nacidos en la era de la radiofórmula, iniciada a finales de los 70: Amadeo Salvador y Arturo Blay, si me permiten citarme. La particular manera de contar la actualidad, con un estilo divertido, socarrón e irónico, caló en la audiencia y “los locos”, como así nos conocieron dentro y fuera de la emisora, nos convertimos en un referente de la radio valenciana, no sé si mejor o peor, pero desde luego diferente.
Esta semana, Amadeo Salvador ha dicho adiós a la radio para pasarse al otro lado del micrófono, al pelotón de los oyentes. Y así, “los locos” cerramos un ciclo de 26 años de un programa que empezó llamándose No estamos locos y posteriormente Hoy por Hoy Locos por Valencia. Y si 26 años les parecen muchos, imagínense 44 años, que son los que radiofónicamente cumplimos Amadeo y yo desde que en 1979 nos sumamos al equipo de jovenzuelos que pusimos en marcha los 40 Principales en Radio Mediterráneo.
Ahora, con la prejubilación de Amadeo Salvador, se separan nuestras vidas profesionales, que no personales, y se pone fin al proyecto de “los locos” en el que, la verdad sea dicha, nos hemos divertido mucho. Empezamos con gobiernos del PP, con Zaplana de president y Rita de alcaldesa. Con Rita no nos llevamos mal, encajó bien las críticas y la recuerdo divertida y compartiendo risas en sus visitas a nuestro programa. Incluso cuando lo del “caloret”. Con Francisco Camps no fue así, apenas se dejó ver más allá de las citas electorales. Pero gracias a él vivimos algunos de los mejores momentos radiofónicos: la era de los trajes, de la movilización de los oyentes para buscar los famosos tickets, del cursi canto a la amistad del Bigotes, de la corrupción desatada mientras insultaban a Zapatero…
A todo intentamos poner humor e ironía, aunque hubo un momento es que nos fue absolutamente imposible, aquel fatídico 3 de julio de 2006. Aún recuerdo con punzante claridad como, estando en directo, poco después de las 13 horas empezamos a contar las primeras noticias confusas que alertaban de que algo había ocurrido en una estación del metro. Luego, el horror y la vergüenza.
En aquellos tiempos de gobierno del PP, tuvimos una relación fluida con algunos concejales como Alfonso Novo o el responsable de urbanismo, Jorge Bellver, que venía semanalmente al programa a someterse en directo a las preguntas de los oyentes. Uno de ellos, un activista verde, llamaba todas las semanas para criticar a Bellver y ponerle de los nervios. Le pedimos que no llamara con tanta frecuencia, que había que dejar espacio a otros oyentes, pero él se las apañaba para entrar en antena. Su nombre era Giuseppe Grezzi.
En general, los políticos de uno y otro bando empatizaron con el programa, les divertía y no solían poner reparos en dejarse entrevistar. No todos, algunos consellers fueron más reacios, aunque la palma se la llevó cierto jefe de prensa de quien, en uno de los gobiernos populares, ostentó el cargo de Director General de Política Lingüística. Nunca olvidaré su respuesta: “Como comprenderás, todo un director general no está para ir a un programa de cuchufleta”. Sí, algunos se creían (y se creen) divinos.
Jugar a la contra, a la contra del poder, nos venía bien, y la verdad es que el PP nos brindó infinitos argumentos para agudizar el ingenio y hacer broma de tanta corruptela. Pero no solo ellos, Joan Lerma nos llegó a reprochar en privado que criticáramos demasiado a los socialistas. Reproches así nos confirmaban que estábamos en el camino correcto. Luego cambió el viento, y otras caras empezaron a frecuentar el programa: Joan Ribó, Sandra Gómez, Grezzi… Ellos también estuvieron en nuestra onda, aunque si hay algún político que conectó con nosotros desde los inicios, desde los 80, es sin duda Mónica Oltra. Sólo ella y los que recuerdan aquellos años, saben lo que significa “pepino o algarrobo”.
Infinidad de personajes peculiares han pasado en este tiempo por “los locos”, desde cazadores de ovnis, terraplanistas, músicos callejeros, coleccionistas … Pero por encima de todos ellos destacó una figura descomunal, seguramente lo mejor que nos ha pasado en estos 26 años de No estamos locos/Locos por Valencia: el árbitro Vicente. Un colegiado de 76 años que pitaba partidos infantiles. Le entrevistamos por primera vez con la intención de resaltar un caso tan singular. Pero se quedó con nosotros casi diez años, hasta que falleció en 2006. Difícil explicar el calado del personaje a quien no le escuchó en su día: su peculiar forma de hablar, su pasión por el fútbol, sus radicales opiniones (“al que inventó la ley del fuera de juego habría que cortarle la cabeza”), pero sobre todo, su intervención de los lunes, cuando, desde su casa, cantaba los goles del Valencia y se hacía un lio con las alineaciones. Don Vicente iluminó el programa como nadie lo había hecho, y fue tremendamente feliz con la gran popularidad que tuvo en sus últimos años de vida.
Con el árbitro Vicente posamos para una divertida portada de la Turia en 2003, cuando nos otorgaron el Premio Huevo de Colón. El reconocimiento más entrañable y valioso de cuantos hemos recibido, muestra de la conexión y empatía que hubo entre la cartelera y “los locos”.
Despedimos radiofónicamente a Amadeo Salvador, un enorme talento que, tras su aparente seriedad, esconde a un guasón con gran sentido del humor, que me ha hecho pasar ratos inolvidables.
En breve comenzará otro proyecto. Ahí estaremos, porque, como decía el gran Joe Rígoli, alias Felipito Takatún , “yo…sigo”.