Cartelera Turia

ANTES DEL AMANECER: LA MEMORIA

Llevo meses escuchando la frase “hay que vivir al día”. Como si no hubiera ayer ni mañana. Vivir de una forma consciente cada minuto no significa olvidar lo que pasó ayer. Ni mi llanto del mes de julio.

Una característica que nos diferencia de las otras especies conocidas es la capacidad de construir y reconstruir nuestra propia historia. Y es importante que yo pueda contarme, a mí misma, el relato de mi vida porque me hace dueña de ella. Porque no me deja a merced del aire.

Mi historia me da peso, me hace sólida.

La pandemia originada por el Covid 19 ha provocado un trauma, un rompimiento en la vida de todas y cada una de las personas que habitamos el planeta. Para superar el trauma y reanudar nuestras vidas en este nuevo escenario necesitamos construir una narración colectiva que nos ayude a elaborarlo. Necesitamos poder contar la historia de lo que pasó. Es lo que hizo la humanidad tras las dos grandes guerras, como dice mi querida María.

Para eso utilizamos la memoria.

La memoria no nos esclaviza en el pasado por doloroso que sea, bien al contrario, nos ayuda en el trabajo de reconstruir, elaborar, y seguir viviendo una vida mejor.La memoria nos permite liberarnos de lo ocurrido para tejer lo que va a ocurrir. Para ser agentes de nuestro futuro. Para pasar de la posición de víctimas a la de supervivientes.

Estos días han querido borrar de nuestra memoria colectiva a Miguel Hernández, patrimonio de la ciudadanía. Yo recordaba el día en que su muerte cumplió años, los versos a los que Joan Manuel Serrat puso música, “Las nanas de la cebolla”. Recordaba tantas y  tantas noches al lado de la cuna de mi niña cantándolas bajito hasta que se dormía.Quieren impedirnos construir el relato colectivo de lo que pasó en la guerra civil española. El trauma, el desgarro que supuso para España no puede terminar de elaborarse si nos impiden el recuerdo, si un manto de silencio continúa cubriendo los horrores de esa gran tragedia.

No toquéis el recuerdo de Miguel Hernández porque no podremos explicarnos qué sucedió. Porque no sois dueños del pasado que nos pertenece a todos. Porque mi pequeña necesitaba la ternura de sus versos para dormir.

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