La Berlinale 2022 ha vuelvo a emerger de las cenizas de la no presencialidad de la Covid con vocación de aportar un soplo de aire fresco y sano a un panorama cinematográfico aún contaminado por la pandemia. Con proyecciones presenciales, con una apuesta clara por los jóvenes directores y directoras, con una visión arriesgada, que es lo que siempre ha pedido un certamen fundamental del cine Europeo. La 72ª edición del Festival internacional de cine de Berlín ha comenzado este jueves 10 de febrero y durará hasta el 20 de febrero celebrándose de manera presencial en salas de cine de la ciudad, ya era hora. Aunque se nota que la Covid ha frenado a mucha gente a participar del evento, incluso periodistas.
La ceremonia de entrega de los Osos de Oro y de Plata, al igual que otros premios tendrá lugar la noche del 16 de febrero, y tras este día se repetirán las proyecciones en salas de cine para todo el público. Las ruedas de prensa inaugurales con el Jurado Oficial suponen el preludio del festival. Este nuevo modelo ha buscado ante todo que las proyecciones se hiciesen de manera presencial mientras que las secciones de mercado y financiación de películas se realizarán online. Este festival quiere dinamizar la industria cinematográfica que tanto ha tenido que pelear por sacar innumerables proyectos en los últimos dos años marcados por la pandemia. De hecho, este año el festival contará con 18 títulos a Competición, además de todas las películas y cortos de las secciones paralelas (Encounters, Berlinale Special, Panorama, Generation y Forum).
Cabe destacar que de estas 18 películas de Sección Oficial, siete han sido dirigidas por mujeres. Merece la pena prestarle atención al nuevo proyecto de Carla Simón, que como representante española a los Oscars en 2018 -además de galardonada en los Goya, Feroz y Gaudí- nos trae un nuevo film donde investiga “sobre la pertenencia a una tierra, a un lugar, pero también un drama sobre las perpetuas tensiones generacionales, la superación de antiguas tradiciones y la importancia de la unidad familiar en tiempos de crisis”. La artista se dispone a retratarnos a una familia que se dedica a cultivar la misma tierra desde hace ochenta años.
A nuestros representantes españoles se le suma “Un año, una noche” de Isaki Lacuesta, una adaptación de la novela Paz, amor y death metal de Ramón González. Historia que narra el testimonio de un español presente en la sala junto a su novia y otra desprevenida pareja de amigos, como el inicio de una odisea que no acabará siquiera cuando sea rescatado con vida. En este proyecto participarán Nahuel Pérez Biscayart, Noémie Merlant, Quim Gutiérrez y Alba Aguilera junto a la colaboración de Natalia de Molina, Enric Auquer y el cantante C. Tangana.
El festival también ha apostado por François Ozon para abrir la competición con “Peter von Kant”. El director homenajea a Fassbinder en su sexta vuelta a la Competición Oficial tras ganar el Premio Especial del Jurado por “Gracias a Dios” en 2019. A esto -que no menos importante- debemos sumarle las importantes restauraciones de la sección Berlinale Classics donde se proyectarán siete estrenos mundiales de películas clásicas restauradas digitalmente y películas de archivo prácticamente redescubiertas, entre ellas “Mamma Roma” de nuestro adorado Pier Paolo Pasolini o “Brüder” de Werner Hochbaum. A pesar de que esta no es una de las secciones que más interés suscitan en el público, se debe seguir apostando por la recuperación y restauración del patrimonio cinematográfico, tanto como objeto de estudio en si mismo como parte de la memoria colectiva que debe ser preservada.
Debemos tener en cuenta que en el Jurado Oficial figuran como presidente, M. Night Shyamalan (“Tiempo”), Karim Aïnouz (La vida invisible de Euridice Gusmao”), Saïd Ben Saïd (productor de “Bacurau”), Anne Zohra Berrached (“24 semanas”), Tsitsi Dangarembga, Ryusuke Hamaguchi (“Drive my car”) y Connie Nelsen, actriz de “Nadie”. En definitiva, una buena combinación entre aquellos cineastas protagonistas del cine más comercial junto a los grandes protagonistas del cine de autor. De hecho, hace un par de días se supo que el director japonés Ryusuke Hamaguchi ha sido nominado en la categoría de Mejor Película de los Oscars.
Y es que resulta que es esta diferencia de estilos lo que convierte a la Berlinale en uno de los festivales más distinguidos en el panorama europeo e incluso mundial, su habilidad para combinar el cine de puro entretenimiento junto a aquel de autor e incluso indie (término con el que no acabo de familiarizarme todavía). Esta edición “de la esperanza” – así es como la acuñan numerosos críticos-, ha reivindicado de nuevo las aptitudes de jóvenes cineastas al igual que las nuevas miras de directores como Ulrich Seidl y Dario Argento. Este último, conocido históricamente por Suspiria, nos trae a la Berlinale “Occhiali neri”, protagonizada por Ilenia Pastorelli como una prostituta cegada por un asesino serial y por Andrea Zhang como un joven oriental que la ayuda a enfrentarse al homicida.