Tras tres días de festival, y más de 10 películas, y si algo caracteriza a la Berlinale de este año es la gran presencia de mujeres directoras. Aspecto que se ha visto reflejado en las propias películas y narrativas dando lugar a verdaderas obras maestras. Además, recordemos que este año Isabelle Huppert recogerá el día 15 de febrero el Oso de Oro Honorario, actriz que también interpreta a Joan en la película que se ha estrenado este lunes en la Berlinale este lunes “À propos de Joan”, película que de nuevo nos muestra la delicadeza y la serenidad con la que la actriz se enfrenta a las diferentes vicisitudes de la vida, como es en su caso la pérdida de un hijo.
Sin embargo, pesar de la enorme cantidad de buenas películas que se han proyectado los últimos días, en la Berlinale, Emma Thompson, se ha convertido en uno de los grandes hitos de este festival. “Good Luck to You, Leo Grande” es esa clase de obra cuyos diálogos son tan buenos que cuando acabas la película y te diriges a la rueda de prensa tienes ganas de abrazar a la directora. A pesar de los incontables papeles de la actriz, esta es una de esas veces en las que el espectador tiene la suerte de adentrarse -literalmente- en las propias entrañas de esta gran intérprete británic. La combinación de Daryl MacCormack y Emma Thompson bajo la dirección de Sophie Hyde se convierte en una película imprescindible que plantea toda una serie de cuestiones bajo el pretexto de una mujer madura que decide contratar los servicios de un trabajador sexual bastante más joven que ella. De nuevo, Emma Thompson vuelve a demostrarnos su maestría a la hora de enfrentarse al drama a partir de un humor británico que a lo “Fleabag” es en ocasiones hasta irreverente.
Lo mismo ha ocurrido con “Rabiye Kurnaz gegen George W. Bush” (Wettbewerb), película que se estrenó mundialmente en el Berlinale Palast. Se trata de una historia real que narra como un ama de casa de Bremen tuvo que enfrentarse a George W. Busch cuando en 2001, Murat Kurnaz fue arrestado en Pakistán y llevado a Guantánamo. A pesar de la dura situación, Andreas Dresen y la guionista Laila Stieler consiguen plantearnos toda una serie de cuestiones en muchos casos desde la ironía y sobre todo, apelando a la emotividad de la manera más inteligente posible. Además, a esta maravillosa historia le acompaña una estética barriobajera y una sencillez tan depurada que acaba convirtiendo al film en una obra verdaderamente compleja gracias a la actuación de Meltem Kaptan, una actriz regordeta que con su pelo mal teñido y sus raíces oscuras es capaz de reflejarnos toda esa ingenuidad que puede haber detrás del amor por un hijo, que en ocasiones es absolutamente ciego.
A esta conmovedora historia se le suma “Sonne” (Encounters). Sin duda, una de mis películas favoritas del festival (de momento). La directora iraquí Kurdwin Ayub, consigue de una ver por todas hablarnos de las mujeres que deciden llevar hijab sin caer en ningún cliché (como por desgracia han hecho series como Élite). En este caso, tres chicas deciden grabar un video para Youtube interpretando “Losing my religion” con un niqab puesto; el video se hará viral, y mientras que algunos se lo toman como una ofensa, otras como Yasmin -una de las tres chicas- siendo musulmana practicante, defiende que el llevar un hijab no te prohíbe bailar, ni ser sexy o divertida. Tal y como relataba la directora, “la cuestión de la actitud que la gente debe tener hacia el velo también es parte del caos en nuestro complejo mundo y en la película, pero sobre todo, creo que aquí en Europa se hace mucho más alboroto al respecto”. Recordemos que hace unos pocos meses, el gobierno francés decidió prohibir llevar hijab en la vía pública, y es que a pesar de que estemos a favor o en contra, si algo defiende el feminismo interseccional es la pluralidad que existe de cara al empoderamiento femenino. Empoderamiento que por cierto quiso reivindicar Denis con su nueva película “Avec amour et acharnement” con Juliette Binoche y Vincent Lindon.
Acostumbrados a la Binoche de Chocolat y al Lindon de Titane -con pinchazos de esteroides incluidos- nos encontramos ante un intercambio de papeles donde Binoche se convierte en esa especie de villana que es capaz de cualquier cosa con tal de revivir una historia que la marcó unos años atrás. De nuevo, el deseo femenino en la madurez se plantea nuevamente desde una perspectiva bastante más cínica; sin embargo, cuesta mucho olvidarse de la elegancia francesa de la actriz y creernos que realmente podría ser así de manipuladora. Este último aspecto, me obliga a referirme a otra película, “Les deux amis”, donde también se plantea un trío amoroso a lo “ménage à trois” en el que uno de los “trois” preferiría que fuese sólo de “deux”. Sin embargo, mientras que en esta segunda película nos encontramos con un Louis Garrel joven y atrevido en “Avec amour et acharnement”, se hace más que plausible el “scénario” Covid donde la historia no se desarrolla con naturalidad debido a las limitaciones de las localizaciones planteadas. Por último, y no menos importante, me gustaría destacar “Call Jane” de Phyllis Nagy (también directora de la película Carol). De nuevo, Hollywood en su misma línea: un reparto excepcional, buen ritmo y feminismo para “dummies”.
A pesar de que “Call Jane” no es una película muy “Berlinale”, Elizabeth Banks y Sigourney Weaver convierten esta producción -rodada en película- en una película digerible, entretenida y sobre todo reivindicativa al alcance de todos los públicos.