Javier Fesser tiene muy claro lo que quiere contar con esta historia que escribe junto al guionista David Marqués. Utiliza de manera muy inteligente la proyección que tiene su cine para hablar de temas serios a través de la risa, con humor y ese toque de sensibilidad tan característicos. Le ha salido estupendamente, pues Campeones está siendo un éxito de taquilla y crítica. Disfrazada de comedia a primera vista muy simplona, el film nos quiere contar algo más profundo y lo han sabido vender casi como un producto didáctico. A la cabeza como entrenador, un gran actor como es Javier Gutiérrez; junto a él, su nuevo equipo de baloncesto, que ni es equipo ni son actores profesionales, pero lo hacen de manera excepcional y logran sacarnos sonrisas y lágrimas en muchas ocasiones.

El mensaje que nos quiere transmitir resulta evidente: la integración, aceptación y normalización en la sociedad de las personas con discapacidades. Nos viene a demostrar que todos tenemos algún tipo -el protagonista tiene la suya, su escasa estatura-, y que todos somos diferentes. De lo contrario, el mundo sería muy aburrido. Con todo esto, el equipo de jugadores con discapacidad, a cada cual más simpático y entrañable, arrojan moralejas continuamente que dan como resultado una lección de vida al protagonista y a nosotros mismos; una nota de esperanza, de superación y de compromiso con los demás.

Detrás de toda esta bondad que manifiesta la película, consigue arrancar carcajadas continuamente no exentas de cierto reparo por la causa de las mismas -los comportamientos de los espontáneos jugadores-. Pero Campeones también contiene errores que la convierten en una cinta atractiva pero que no logra brillar. No solo su extendido metraje tan innecesario, también ciertas tramas secundarias mal ensambladas en el conjunto del film (como la de la novia del protagonista), así como algunas lagunas que aparecen en el guión que hacen que la cinta avance a trompicones, olvidando por momentos cierta cohesión narrativa. Pero vale la pena enfrentarse a las dificultades con las que la vida nos pone a prueba tanto como enfrentarse a esta película.

Campeones encuentra lo que busca y resulta un visionado muy agradable. De ella aprendemos lo maravilloso de ser subcampeones.