Cuando aún hay quien echa pestes de la actual consolidación del cómic como medio maduro, que trasciende con creces el cada vez más lejano y limitado encasillamiento que se obceca en limitarlo a herramienta modesta y barata de entretenimiento popular, la realidad se empeña en llevar la contraria a nostálgicos de mente cerrada.
Que el cómic haya alcanzado una conciencia y una consciencia plenas que permite a sus autores liberarse de complejos -tanto si desean ofrecer entretenimiento como si aspiran a explorar otros territorios- es una excelente noticia que cualquier lector debería celebrar. Y dentro de ese afán de trabajar nuevos formatos, la utilización de la narrativa secuencial para trabajar géneros de corte periodístico es un terreno que no para de dar grandes alegrías.
Desde hace unos meses, la editorial catalana FlowPress se ha propuesto publicar volúmenes temáticos que recopilan material de The Nib (www.thenib.com), una web online y editorial independiente estadounidense que trabaja de manera ejemplar desde 2013 el análisis de temas de actualidad política y social desde el humor o el reportaje gráfico de la mano de un puñado de excelentes autores y autoras. Tras un primer volumen dedicado a la Pandemia COVID, llega uno nuevo dedicado a las drogas. El matiz importante es que, en inglés, “drugs” se refiere indistintamente a sustancias estupefacientes o a medicamentos. Esa polivalencia hace que este nuevo monográfico, con la participación de autores como Sophie Yanow (anoten este nombre), Eric Haven o Shannon Wheeler, resulte especialmente interesante, en tanto en cuanto difumina las fronteras entre las drogas de uso recreativo y los medicamentos con prescripción médica. A lo largo de sus páginas seremos testigos de anécdotas fumetas en primera persona, recuentos históricos o completos análisis informativos de hitos como la crisis de opiáceos en EE.UU. Todo ello realizado mediante cápsulas integradas con sumo buen gusto y un gran sentido de la cohesión, que alternar muy bien distintas tonalidades de dramatismo, espíritu informativo o carga personal. The Nib y sus especiales suponen un excelente recuento de los grandes temas de la época que nos ha tocado vivir, así como un ejemplo perfecto de cómo el cómic puede apelar a una audiencia no comiquera a través de la actualidad y el análisis.
El caso de Carlos Spottorno (fotógrafo) y Guillermo Abril (redactor) supone, directamente, hacer el camino inverso: del reportaje periodístico al reportaje periodístico en formato cómic. El tándem ya realizó la gesta de convertir 25.000 fotografías y 15 cuadernos de notas recopilados durante meses de investigación sobre procesos migratorios y sus consecuencias personales a lo largo de las fronteras de la Unión Europea en una novela gráfica, “La grieta” (Astiberri, 2016) que transformaba ambos elementos en narrativa gráfica que evolucionaba el concepto primigenio de fotonovela en un formato que demostraba un conocimiento profundo tanto del género del reportaje como del cómic. Ahora vuelven con “La falla”, que comenzó siendo una exposición sobre el territorio que los italianos conocen como Alto Adigio y los austríacos como Tirol del Sur, y que sirve como frontera entre ambos países. Spottorno y Abril realizan un completísimo análisis socioeconómico, geográfico e histórico que arroja muchas claves sobre el camino emprendido por la Europa comunitaria durante las últimas décadas, en un ejercicio de altísimo nivel.