ÁLVARO PONS: La nueva moda del Black Friday no ha llegado todavía a los tebeos, pero la acumulación de novedades interesantes es de tal calibre en este final de noviembre que no hay ningún problema en lanzarse a la vorágine consumista. Comprando cualquiera de los títulos que se comentan a continuación, el disfrute está asegurado. Empecemos por la seguridad de la maestría narrativa de Carlos Giménez, que publica nueva entrega de Paracuellos (Reservoir Books), séptima ya de la que es, sin duda, la mejor obra del cómic español. Los niños del Auxilio Social vuelven a agarrarnos por el estómago para que Giménez sacuda nuestras conciencias, reclamando el papel de notario de nuestra memoria histórica al que renuncia la política.
Una actitud combativa que, con la distancia generacional y temática, contagia cada página de Gran Hotel Abismo, de Marcos Prior y David Rubín (Astiberri). Prior lleva ya años reflexionando sobre la deriva de una sociedad dominada por los omnipresentes media que avanza en su podredumbre. En esta nueva obra ahonda en la rebelión como estrategia consentida y en la violencia que contamina todos los estratos de la vida diaria, con un inspirado Rubín transformándola en una presencia desasosegante y física.
Atentos también a Mundo Plasma (Reservoir Books), primera obra en la que Calpurnio se aleja del universo de Cuttlas pero manteniéndose fiel a sus inquietudes. Ciencia, supersticiones, cuántica y hasta las caras de Bélmez se mezclan en una historia donde el absurdo cobra apasionante sentido. Algo más que amistad, algo menos que amor (Sapristi Cómic) es el estreno en España de la californiana Yumi Sakugawa, una preciosa y minimalista obra que retrata el amor en la sociedad de la información, reivindicando el papel de la palabra escrita. Otra debutante por estos lares es la chilena Amanda Baeza que publica con Fulgencio Pimentel la antología Nubes de talco. Historias donde los sentimientos se deslizan a través de un bello trazo para conformar auténticos poemas visuales de una fuerza arrebatadora. Y no hay que olvidar en este listado de novedades la impresionante antología Hoodoo Voodo que edita Fosfatina.
Un panorama de la actual generación de jóvenes creadores que está rompiendo los esquemas de nuestro cómic con una desvergüenza y calidad que corren parejas en desbordante cantidad. Veintiún vanguardistas autores, que se atreven a cruza cualquier línea roja preimpuesta. Robert Massó, Andrés Magán, Begoña García-Alén, José JaJaJa, Julia Huete o los Bravú, Conxita Herrero o Martín López Lam, por solo citar algunos, componen un retrato fascinante del futuro de nuestro cómic. Y tampoco hay que desdeñar el apartado de reediciones, que suma este mes obras tan recomendables como el integral de Pequeño Vampir (Fulgencio Pimentel), la versión infantil del particular vampiro creado por Joann Sfar. Que nadie se despiste: Sfar consigue que un tebeo maravilloso para niños pueda tratar temas adultos sin ningún escrúpulo. Contra Raúl es la necesaria recopilación de las obras de Raúl, uno de los grandes renovadores formales de nuestro cómic allá en los años del Madriz, que llega en una espectacular y cuidada edición de Ponent Mon. La misma editorial se encarga de publicar el integral de Bogey, curiosa mezcla de géneros que hibrida la ciencia-ficción y el género con ese sarcasmo y mala leche que solo Antonio Segura sabía imprimir a unos guiones magistralmente dibujados por Leopoldo Sánchez. Necesaria también era la publicación de Ustedes, recopilación de los fanzines publicados por Esteban Hernández, ganadores del premio al mejor fanzine en el Saló de Barcelona y expresión perfecta de ese reto continuo que su autor plantea al lector (disponible en http://estebanhernandez.net/). Y, por último, una reivindicación del mejor tebeo superheroico sesentero con Nick Fury, Agent of Shield (Panini) un grueso volumen con las aventuras de este personaje previas a su “samueljacksificación”, que cuentan con la genialidad de dibujantes como Jack Kirby, John Buscema o Jim Steranko.