Cartelera Turia

CONSEJOS FELICES PARA DISFRUTAR DE UN BUEN VINO (Y BUENA COMIDA)

ANDREA GABRIELLI: En agosto todos buscamos recortar nuestro pequeño oasis, un espacio para desenchufar de la rutina cotidiana y disfrutar un merecido descanso. Hay gente (poca y con suerte) que dispone de tres o incluso cuatro semanas de vacaciones y otros, como yo y la mayoría de los comunes mortales que, aunque disfrutemos de una ciudad semi-vacía y casi toda enterita para nosotros, podemos solamente cogernos unos días libres tal vez uniéndolos a un fin de semana, y organizar una escapadita regeneradora. Para el tema alojamiento tenemos al sabio Paco Tortosa que siempre nos dará la sugerencia perfecta en cualquier momento, de modo que me centraré en ofreceros unas indicaciones de como disfrutar de una jornada en un lugar bonito de los tantísimos que tenemos a nuestros alcance y, tal vez, incluso llevarnos a casa algún recuerdo enológico. Justamente, me resulta muy sencillo de contar, ya que es lo que hice la semana pasada y disfruté de lo lindo.

Los protagonistas de mis salidas son, por supuesto, el vino y la gastronomía. Disfruto también enormemente de la naturaleza, de los paisajes maravillosos de nuestra región, de la historia y la cultura, pero la felicidad total es si todo esto lo combino de algún modo con vino y comida. Esta vez fui al pueblo de Jesús Pobre, cerca de Dénia justo detrás del Montgó, un paraje maravilloso donde crecen vigorosas las viñas de la uva mas representativa de la comarca de la Marina Alta, me refiero a la Moscatel de Alejandría. Aquí me organicé una visita a la pequeña bodega de Les Freses de la viticultora y enóloga Mara Bañó, ubicada justo antes de entrar al pueblo. Está rodeada por los viñedos de Moscatel, pero también de otras variedades autóctonas como la Forcallá, la Giró y la Montalvana, entre otras, y todo se hace manualmente. Son pocas hectáreas recuperadas de unos viejos campos de fresas (de ahí el nombre de la bodega). El cuidadoso trabajo que realizan respeta la biodiversidad natural y ello otorga a sus vinos una tipicidad única. En la bodega, junto con los depósitos de acero para las fermentaciones a temperatura controlada, se pueden ver las damajuanas con las cuales se vinifica el magnífico blanco “L’Horabona”, las ánforas para el moscatel “Amphora” y las barricas de roble francés para el tinto “Cupertino”. Hay una pequeña tienda donde se pueden comprar todos los vinos elaborados por Les Freses (todos muy buenos y de excelente calidad) además de otros productos, como el exquisito gelée de Moscatel, estupendo para acompañar quesos frescos. Se puede concertar una visita guiada a la bodega y a los viñedos y finalizar el delicioso y sugerente paseo con una cata de tres vinos y dos tapas. Mara y sus colaboradoras están siempre disponibles y podéis contactar con ellas en el 682 539 463 o también consultar su web https://www.lesfreses.com/.

A pocos metros de las viñas, se puede realizar una excursión muy bonita a L’Alt de Benimaquia, un yacimiento arqueológico con unas vistas impresionantes desde el Montgó. Se trata de los restos de un poblado íbero fortificado del VII siglo antes de Cristo (mucho antes de la llegada de los romanos) de gran importancia histórica porque se considera como el lugar más antiguo de España donde hay constancia de la producción de vino (en sus lagares se hizo el hallazgo de miles de pepitas de uva petrificadas, evidente producto de la actividad vitivinícola). Merece la pena sin ninguna duda. Tras una tarde entre la naturaleza, la historia y el vino, que mejor broche final que un lugar donde terminar la jornada con una buena cena.

A pocos pasos de la bodega en el pueblo: La Tasca de Jesus Pobre (C/ Obispo Hervás, 4) de Alex Mussa. Es un lugar encantador y en su precioso patio interior estaréis divinamente y comeréis de maravilla. Sus platos están elaborados con producto de cercanía y fresquísimo. La carta es un mix entre los orígenes italianos del dueño y la cultura local con un toque exótico; podréis deleitaros con el mejor pescado de la zona, de un ceviche delicioso o de una sublime pasta rellena hecha el mismo día. Todo está hecho a mano y casi en el momento. Hay que destacar también la pequeña pero muy buena selección de vinos entre los de la comarca y algunos italianos muy interesantes. Además todas las semanas organizan bonitas veladas con música en directo. Espero haberos dado una buena sugerencia para disfrutar de uno de estos días de agosto, sin duda lugares hermosos y cercanos de los que además regresar a casa con alguna botella para compartir con vuestros amigos al regreso de las vacaciones.

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