INMA GARÍN: Inspirada en La ola (Dennis Gansel, 2008), El moviment es un experimento en el que el profesor quiere mostrar a los alumnos hasta qué punto las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de las ideologias autoritarias y dictatoriales. La obra traída al contexto actual por el autor y la compañía del Teatre Micalet consigue una ágil puesta en escena en la que destaca la interpretación de Ximo Solano, que se mete en la piel del maestro, un profesor totalmente verosímil, persuasivo, comprometido con la enseñanza, que logra cohesionar al grupo de alumos en torno a unas ideas que les llevarán a cometer incluso actos criminales. La escena representa una clase de un instituto en la que cada alumno (Cristina Sanmartín, Helena de Luis Sapiña, Edu Rodríguez, Mateo Medina, Paula Albert y Sergio Novella) representa un tipo definido y concreto, bien esbozado, aunque, poco a poco, guiados por el liderazgo del profesor aceptarán unas reglas del juego y comulgarán con un ideario que los unifica como borregos ciegos a cambio de un falso empoderamiento. Lo que Molins y la Cía Micalet están planteando es la necesidad de que los jóvenes se alíen con el pensamiento crítico y eviten la manipulación de falsos líderes que les obligarán a cumplir con una serie de normas y reglas simbolizadas externamente por insignias, uniformes, canciones, saludos, etc., elementos que simbolizan al grupo, dándole consistencia y que sin duda ejercen un gran atractivo, como podemos ver en el desarrollo de la pieza. La dirección de Joan Peris apuesta por romper la cuarta pared con los monólogos de Solano, que son muy sabrosos, y por sacar de este equipo joven pasión y entusiasmo, todo y que los talentos de cada uno diferen como es natural, ya que los hay con mayor o menor experiencia. Además, la conversación con la colega del profesor, una Pilar Almería estupenda, grabada y proyectada en la pantalla al fondo del escenario, hace avanzar la acción y precipintarla al desenlace final. Recomendable.