ENRIQUE HERRERAS: Criticar también es informar (opinando, claro). Por ello, veo necesario ofrecer un primer apunte: este montaje nace de la fusión de tres bailarinas y coreógrafas (Sol Picó, Natsuki y Charlotta Öfverholm), cuyos recorridos podrían definirse como absolutamente disímiles. Pero he dicho fusión. En efecto, lo que les une en este tarabajo no solo es que sean “titanas” del baile, sino la búsqueda de libertad de creación. La cuestión es que, desde el centro de movimiento, irrumpen energías, puras e impuras, comedidas y desmesuradas. Al principio me molestaba un tanto no ver los gestos de sus caras, pero al final comprendí que su liberación produjo una multiplicación de gestualidad.
Si bien fue muy satisfactoria la presencia de Charlotta Öfverholm y Anna Ventura-Natsuki (cada una tuvo su momento), no puedo remediar centrarme a partir de ahora en Sol Picó, a quien he seguido desde sus primeros trabajos. He vivido, pues, sus luces y sus pocas sombras. Luces que de nuevo se encienden, a raíz de su habitual estilo desenfadado que une temperamento con temperatura. Picó sabe, como nadie, juntar creatividad y abstracción con comunicabilidad y humor. Un movimiento desgarrado y visceral, pero siempre pulido. Y cómo no, volvió a su número ya clásico, la licuación de ritmos flamencos con zapatillas de punta. Ahora, con una variante a partir de unas cintas rojas sujetas por las mujeres del coro.
Un coro de doce mujeres -del Cor de la Generalitat- que, con su presencia y voces, ayudan a conformar un clímax especial. Y para climatología escénica el imponente material videográfico de Milosh Luczynski. Fue tan impactante esta mezcla de formas y colores que, a veces, se comía la corporalidad. Ese es el peligro de la tecnología, incluso cuando es imponentemente creativa como en este caso. Pero el trabajo no se puede entender sin otro elemento: el universo musical de Judit Farrés. Ayudó, sobremanera, a este espectáculo que podría definirse como una plástica radiactiva desde una geometría de movimientos, libres de cánones. Madurez, originalidad y eficacia.