ANNA ENGUIX: A estas horas ya se sabrá el Palmarés de a 37 edición de Cinema Jove, pero a la hora de escribir estas líneas solo podemos afirmar que tras el visionado de cinco largometrajes -y todos los que nos quedan- afirmamos que Cinema Jove vuelve a apostar de nuevo por historias que todavía están por contar. Han pasado dos días desde la gala inaugural y todavía seguimos perplejos tras la proyección de Happiness (Baqyt). Este film ya había sido reconocido con el Premio del Público en la Sección Panorama de la Berlinale, un festival que se caracteriza por tener un público y un jurado de lo más honesto y crítico (recordamos que nuestra apreciada Carla Simón fue galardonada con el Oso de Oro en la pasada edición).
Sin embargo, Cinema Jove ha vuelto a posicionarse como un tipo de festival sin prejuicios, cuya programación demuestra que en Valencia, estamos y estaremos preparados para absorber y responder ante la llegada de toda una serie de géneros que distan de los estrenos regulares que se hacen en el edificio que se sitúa a escasos metros de la Filmoteca, ya sabéis, ese cine mastodóntico que recibe el nombre de una flor un tanto afrancesada.
Es más, a pesar de los ciclos de comedia europea que llevan celebrándose en el Centre del Carme, ¿cuándo antes la palabra mumblecore había tenido protagonismo en el panorama valenciano?
Además de esto, tan polémicas que han resultado las películas de Gaspar Noé, Claire Denis o Julia Ducournau en otros festivales internacionales, creo que no exagero cuando afirmo que el neorrealismo cinematográfico ha vuelto a imponerse en Cinema Jove con dos obras maestras, Hapiness y Geranium. La sociedad patriarcal y por ende el machismo presente en la cultura kazaja y turca respectivamente, han sabido tratarse de maneras completamente distintas demostrando la habilidad experimentadora de dos directores, Askar Uzabayev y Cagil Bocut.
Mientras que Happiness relata con un realismo perturbador un caso real de violencia de género, Geranium establece un diálogo entre la sociedad turca, el núcleo familiar y la religión musulmana de manera más amable. Reconozco que el hiperrealismo es en muchos casos necesario, pero tras el visionado de 
Geranium, me resultó muy difícil no pensar en dos de mis películas favoritas, The farewell y Un asunto de familia. La complejidad de cualquier núcleo familiar arraigado en sus tradiciones más profundas, la doble moral, el secretismo de los acontecimientos más desagradables como el suicidio o el cáncer, son aspectos que cada vez más están ganando un protagonismo de lo más especial en los últimos años. Al fin y al cabo, una sociedad que no es capaz de mirarse al espejo y desvelar sus rasgos más hipócritas está destinada al fracaso. Es por esto, que además de analizar el modo de representación, la fotografía, ritmo o dirección de actores, estos dos films se enmarcan en un contexto altamente convulso, y por eso su proyección y difusión es 
absolutamente necesaria. A pesar de mi afán por relataros otras grandes joyas que se están proyectando estos días, considero que merece la pena reservarlas porque sin hacer spoiler, el experimentalismo cinematográfico, lo onírico y la fantasía están teniendo un peso importante en esta edición de Cinema Jove. Sobre todo, tras dos años de pandemia, se vislumbra un claro eje temático en todos estos films, la necesidad de escapar y de contraponer el espacio privado, la metrópolis, al campo y a aquello “bucólico”. Estos últimos tres días, han estado plagados de personajes que han roto la cuarta pared (Ich Ich Ich) y que han sabido resguardarse en los albores de la naturaleza con tal de alcanzar ese último nivel de la pirámide de Maslow. En definitiva, gracias a la doble proyección de todos los largometrajes, el público general tendrá la suerte de adentrarse en un viaje por las colinas de un paisaje italiano (La Tana) y apreciar la belleza de cientos de flores, pero también podrá adentrarse en la realidad diaria de una mujer kazaja en pleno siglo XXI, eso sí, preparen sus entrañas si quieren enfrentarse a un film cuya línea entre la realidad y la ficción es tan fina que deberán hacer de tripas corazón (quien avisa no es traidor).
Sin embargo, un film que cautivó a todo el público fue A feature film about life, uno de los títulos más sorprendentes de esta temporada. Tal y como relataba la directora, Dovile Sarutyte “La actitud ante la muerte cambia la perspectiva sobre la vida”. Y es que este relato a caballo entre la reflexión 
biográfica y la ficción, consiguió contar una historia a la vez que demostrar que el amor hacia el cine y el registro de la vida (mentalmente o a través de una cámara) van muchas veces de la mano. La nostalgia, el recuerdo, el duelo, la muerte y la celebración de la vida, con un telón de fondo al ritmo de “Song of a sinner” de Top Drawer convierten a la película de Sarutyte en una verdadera obra maestra.
Observaremos que más tiene que ofrecernos este festival valenciano, que gracias a sus diferentes emplazamientos para las proyecciones de Valencia, ha conseguido crear toda una red de cines que estarán toda esta semana proyectando películas con tramas de lo más complejas a la vez que necesarias y reformadoras.
