Un total de 33 propuestas escénicas se despliegan en 20 localizaciones entre salas privadas y públicas, museos, plazas y parques
El festival de las artes del movimiento propone piezas que reivindican el vínculo y la mirada calmada en tiempos líquidos.
A partir de un compendio de 33 propuestas escénicas marcadas por la belleza, la energía y la diversidad de estilos y formatos, Dansa València propone un paréntesis cultural entre el 13 y el 21 de abril donde invita a la curiosidad y a dejarse llevar por la experiencia del arte en vivo.
El festival impulsado por el Institut Valencià de Cultura celebra su 37 edición en un total de 20 localizaciones, tanto en salas públicas y privadas como en espacios patrimoniales y no convencionales. Teatros, museos, plazas y parques acogerán una selección de piezas que configuran una radiografía de la creación contemporánea española más reciente.
En suma, la oferta consta de un gran número de producciones valencianas, creaciones de diferentes comunidades autónomas y destacados estrenos en nuestro país de producciones internacionales.
“La línea programática de Dansa València se diseña a partir del compromiso con la calidad y procurando el equilibrio entre las diferentes artes del movimiento. Durante el festival se podrá ver una radiografía de la creación contemporánea española conformada tanto por compañías consolidadas como por artistas emergentes. De manera abstracta, en toda esta creación vamos a apreciar un deseo de búsqueda y de persecución de realidades alternativas, de tiempos más humanos y sosegados”, ha detallado la directora del festival, María José Mora.
Dansa València, dulce rugir
El lema de esta edición es Dulce rugir. Con esta expresión simbólica el festival se presenta como pausa que incita, en palabras de María José Mora, “a la contemplación profunda, al afecto sincero y al anhelo calmado frente a un mundo convulso, de deseos pasajeros, relaciones líquidas y miradas fugaces”.El festival apuesta por artistas jóvenes como Jacob Gómez, Andrea Dolz Burdeos y Marta Sofía Gallego e Inka Romaní. El primero une fuerzas con Frágiles Danza el 14 de abril en la plaza de la Virgen y el 21, en el parque de Cabecera, para el espectáculo ‘Rara Avis’, donde reflexiona sobre nuestros orígenes y lazos familiares incidiendo en la escasa presencia de los creadores afrodescendientes en nuestra cultura.
Dolz y Gallego conforman el Colectivo Dánzate, que tiene el objetivo de abrir la disciplina de la danza a la diversidad de los cuerpos y de las voces tradicionalmente olvidados para hacerla más igualitaria. El 13 de abril invitan en el Parque Central a dejarse de prejuicios y complejos en la acción guiada y participativa ‘Me encanta bailar pero se me da fatal’.
Tanto ‘Fandango Reloaled’, de Inka Romaní, como ‘Zenez’, de Fil d’Arena son estrenos. El 17 de abril, la bailarina y coreógrafa pondrá en común en Espacio Inestable danza tradicional y bailes urbanos a partir de un proceso de recuperación y reescritura para imaginar las posibilidades de devolver la danza a la calle. Por su parte, los días 13 de abril en el Parque Central, y 17 de abril, en L’Almodí, la compañía de Isabel Abril, Irene Ballester, Clara Crespo y Roseta Plasencia, presentará un laboratorio de movimiento, sonido e improvisación a través de la txalaparta y de la música experimental.
Dansa València saca, así mismo, pecho con las compañías valencianas con más recorrido profesional, como Taiat Dansa y Cía. La Siamesa. Así, del 18 al 21 de abril, la compañía de Meritxell Barberá e Inma García convertirá el monasterio de San Miguel de los Reyes en el castillo de Barba Azul en ‘Judith’, donde despliegan a más de 90 artistas femeninas, entre bailarinas, músicas y cantantes en las estancias del edificio patrimonial para revisitar desde el punto de vista de la protagonista el cuento clásico de Perrault.
El 19 de abril, Ángela Verdugo completa su trilogía ‘El otro paraíso’ en Carme Teatre con ‘Mata baja. Debajo del sudor hay personas’, donde vuelve a investigar en el terreno personal e íntimo para vincularse a la colectividad.
Esta edición también acoge a creadores que siendo de otros territorios han elegido València para desarrollar sus carreras profesionales. Tal es el caso de Colectivo Sin Par, integrado por Lara Miso y Wilma Puentes (Andalucía), que el 14 de abril, en la plaza del Mercado, proponen acercarse a la sevillana desde la danza contemporánea de una forma novedosa y desacomplejada en su estreno ‘Mírala cara a cara’.
En un camino inverso, el festival trata de atraer de nuevo a los creadores y creadoras valencianas que desarrollan fuera sus trabajos. Mar García y Javier Soler y Joaquín Collado. El tándem parte de sus metas frustradas de ser superestrellas del pop con la grabación de un videoclip de hechuras ‘mainstream’ en ‘Caribe Mix ’23’, programada en Espacio Inestable el 19 de abril.
Por su parte, el albaceteño, que inició su formación en danza y sus primeros trabajos en València, invoca a una confederación de corporalidades monstruosas y delicadas, en permanente transformación, en ‘Hacia un sol negro’, prevista el 20 de abril en La Mutant.