Cartelera Turia

Desirée de Fez, Reina del Grito

“Adoro el cine de terror por mil razones: su libertad, su intensidad, su inclinación a lo inesperado. Pero la principal es esa invitación a observar mis miedos desde fuera e interpretarlos. Eso me ha dado y me da una fuerza increíble. Porque se puede ser miedosa y, a la vez, fuerte”. Así concluye el prólogo de Reina del grito (Blackie Books), el recién publicado libro de Desirée de Fez, periodista y crítica de cine, especializada en fantástico y terror.

Desde hace un tiempo, espero, escucho y leo con gusto las opiniones, recomendaciones y textos de Desirée de Fez (sus columnas en El Periódico de Catalunya y colaboraciones habituales en la revista Fotogramas, en el programa de televisión Página Dos o en el podcast Marea Nocturna, además, también es una de las razones por las que aún sigo en Twitter). Me gustan e interesan sus publicaciones, no solamente por una cuestión de afinidades, sino por su manera de acercarse al cine, su forma libre, clara y profunda de hablar de las películas y las personas que las hacen posibles, las ideas y reflexiones que expresa acerca de ellas. Así, recibí con especial entusiasmo la noticia de la publicación de su libro, y, la misma mañana del día que salió a la venta -el 21 del mes pasado-, fui a por él a una de las librerías en las que suelo comprar.

Como ustedes ya podrán deducir, el libro habla de cine, pero no se trata exactamente de un libro especializado en cine, o por lo menos no va solamente de eso, y, a mi parecer, este es uno de sus aciertos. De Fez aborda su relación con él, su forma de verse (a veces sin haberlo querido) a través de las películas, sus vivencias y miedos pretéritos, presentes y quizá futuros y cómo el cine de género le ha hecho mirarlos, enfrentarse o aprender a vivir con ellos. El miedo heredado, el miedo a no ser aceptado, al rechazo, a la sangre, al sexo, al deseo, a no reconocerse a uno mismo y a la persona que ama, o a no saber si la ama de veras, a repetir los errores de los que nos preceden, a no resistir lo que a uno le angustia, a la presión social, a crear vínculos no queridos, a engordar, a envejecer, a la pérdida, a las propias obsesiones, también, el miedo que excita. De todos esos temores que son inherentes a la existencia habla de Fez, de cómo los ha vivido a lo largo de los años, de cómo los vive ahora, y, por lo tanto, de cómo los ha vivido y vive como y por su condición de mujer, de los que se deben a esa condición: el miedo a no llegar a casa cuando una regresa a solas de noche, al embarazo, a fracasar como madre, a la mujer que hace lo que le da la gana; de los obstáculos y presión añadida que por ello ha tenido y tiene en su ámbito laboral (ya de por sí muy masculinizado), y, en consecuencia, su obstinación y trabajo por demostrar su capacidad y reivindicar la presencia de otras voces femeninas en el género.

RPD9T0 JAMIE LEE CURTIS, HALLOWEEN, 1978

Reina del grito me devuelve a una reflexión de Lucia Berlin que a menudo recuerdo: “En cualquier texto bien escrito, lo que nos emociona no es identificarnos con una situación, sino reconocer esa verdad”. Pues a pesar de las distancias, de las diferencias naturales que hay entre una vida y otra, en la escritura honesta, personal y a su vez cercana de de Fez reconozco ciertas verdades, ciertas emociones, sentimientos, dificultades y miedos que yo también he tenido y tengo, y no creo que me equivoque demasiado si digo que ustedes también lo harán, posiblemente más si usted es también una mujer. Por eso mismo decía que esa forma de acercarse a las películas en clave autobiográfica me parece un acierto, pues de ese modo, consigue expresar esa relación que suele haber entre el arte y la propia vida, la huella o vestigios que dejan en nosotros ciertas obras, los lazos que uno crea con ellas, al tiempo que suscita interés por esas películas (en verlas o en su caso, volver a hacerlo) y así proporciona una sugerente guía de cine fantástico y de terror.

Reina del grito hace ver que Desirée de Fez es una de las protagonistas de su propio libro, esas ‘reinas del grito’ que consiguen frenar la acción en medio del caos y así son escuchadas. Pues éste es una grata y sorprendente extensión de sus publicaciones y otros trabajos, un agradecimiento personal al cine de género y a esos personajes femeninos y mujeres que forman parte de él. En él, sigue demostrando con viveza que no hay una única manera de acercarse al cine de terror, al tiempo que va un paso más allá y abre nuevas posibilidades. Explora de forma emotiva y con sentido del humor sus recuerdos, pensamientos, ideas, reflexiones, debilidades y miedos, y así nos permite adentrarnos en su intimidad. Su lectura me ha acompañado un tiempo, y ahora que ya han pasado unos días desde que lo terminé, tengo la impresión de que, además de las películas que lo recorren, también lo harán parte de sus pasajes.

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