VERÓNICA PUIG: Hace un año por estas fechas me encontré defendiendo a Chanel y su Slo Mo contra viento y marea. Decenas de mujeres habían visto en la canción al mismísimo diablo. Le dijeron de todo, desde machista, hasta que promovía la prostitución. Intervinieron los partidos políticos, llevaron el tema a la comisión de RTVE y como una bola de nieve casi terminan con la canción. Hasta que se dieron cuenta que estaban haciendo el ridículo. Yo había sacado los papeles de la universidad para hacer un análisis semiótico- estructuralista de la letra de la canción de Chanel, y tras revisar sus sintagmas, significados y significantes, según Focault y De Laurentis, quedaba demostrado que la canción de Chanel era una oda al amor fraterno entre europeos a ritmo de reageton. No era la mejor canción, pero era el mejor show con el permiso de Mamá de Rigoberta Bandini, sin duda, la mejor canción.
El pasado sábado se volvía a celebrar el Benidorm Fest con un impresionante despliegue de medios por parte de TVE. El éxito del año pasado hacía doblar la apuesta del ente público. Una semana de festival, múltiples conciertos y un Benidorm con el cartel de casi completo en temporada baja. La sorpresa la dio una mujer llamada Blanca Paloma. Podría tratarse de un nombre artístico. Blanca y Paloma, no Paloma Blanca que es parecido, pero no es lo mismo. Y el año pasado la “palomita” ya dio signos con ese tostón pretencioso que fue Secreto de Agua que casi cuela entre las favoritas.Y este año repetía con “Eaea”. Se mascaba la tragedia. Todo un movimiento hispano para volver a llevar el flamenco a Eurovisión después del fracaso de Remedios Amaya en 1983 con aquel mítico himno llamado Ay, quién maneja mi barca, que quedó en el último lugar con 0 puntos empatados con Turquía. Frente a “Eaea” teníamos una canción pop Nocheochentera representada por Vicco y un himno al estilo LGTBI representado por Agoney. Pero la Blanca Paloma consiguió colocar su nana flamenca en un jurado que el año pasado decidió no apoyar Mamá por ser demasiado alternativa. Nos esperan meses de “Eaea” y de la yaya Carmen. No vamos a escuchar nada. Solo el momento en que se diga, Spain 1 point. Flamenco made in el País Valencià. Esto Fuster no lo vio venir.