TURIA: El presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, anunciaba en la pasada gala de los Goya que 2021 será el Año Berlanga para honrar el centenario del nacimiento de “uno de nuestros padres” cinematográficos. Sin duda Luís García Berlanga ha sido el cineasta valenciano más universal, que consiguió un estilo propio y único. En 1992 la Cartelera Turia le otorgó el Premio Especial Cine en los I Premios Turia (mítica edición) donde el galardón era una gran pesa que a Don Luís le costaba sujetar. Berlanga fue durante buena parte de su trayectoria vital y profesional una auténtica bestia negra para la derecha política y social de España. A don Luís lo odiaban por su cine mordaz, crítico y anárquico. Su crítica a las clases dominantes y a los poderes fácticos le granjeó bastantes enemigos en la derecha, y no pocos amigos a su izquierda. En la última fase de su vida, su acercamiento al PP de Eduardo Zaplana, a través de los grandes estudios de la Ciudad de la Luz, hizo que esos mismos sectores que antes lo consideraban como si fuera un apestado , se reconciliaran con él, incluso lo tomaran –como han hecho también con Blasco Ibañez y otros- como icono de una cierta valencianía rancia y bienpensante. En cualquier caso, el Año Berlanga es una buena oportunidad para reivindicar el cine del maestro y poner sobre el tapete en positivo la radiografía del cine realizado en la Comunitat Valenciana. Para ello se deberán tejer todas las complicidades posibles con todos los agentes implicados. Como decía el propio Berlanga :”Yo pensaba que lo más jodido de mi vida había sido la censura de Franco. ¡Pues no! Lo más jodido es la pérdida de memoria”. Así sea.