La película ha obtenido el Goya al mejor documental en la reciente edición de los premios del cine español —y tenía, al menos, un competidor muy fuerte en «My Mexican Bretzel», otra propuesta documental tremendamente novedosa y sugestiva— y constituye un trabajo de largo alcance en este género, ya que consigue, como pocas veces he visto en una pantalla, introducirnos en la vida de los personajes que componen su puzle, de modo que, al final, creemos conocerlos, como si cada uno de nosotros se estuviera tomando unas cervezas con ellos. (Ver crítica de Pedro Uris)