ANA NOGUERA: Analizar la libertad de voto resulta peligroso e impopular. Defendemos que “el cliente tiene razón”; en una democracia “consumista” (que no “comunista”, que nadie se confunda), lo que la ciudadanía vota tiene razón. Se responsabiliza a los políticos del hartazgo ciudadano, de estar siempre peleando, de no ponerse de acuerdo. Pensamos que lo que la ciudadanía quiere es resolución de problemas, diálogo y consenso.
Justamente eso hizo Ángel Gabilondo. Un señor “soso”, pero inteligente, culto, preparado, honesto, responsable, y nada estridente. Alguien a quien confiaríamos la gestión de nuestros bienes con total confianza. Pero “no vende”. En una democracia “de consumo”, no vende titulares ni astracanadas. Se critica su oposición porque no ha utilizado la pandemia como arma arrojadiza en el combate madrileño. Gabilondo ha hecho exactamente lo que se dice que quiere la ciudadanía. ¡¡Ja, ja, ja!!
Ayuso ha sido temeraria, deslenguada, manipuladora, irreflexiva y “vende” titulares. No tiene problema en decir lo que su asesor de prensa le chiva al oído aunque sea una estupidez. El cotilleo es: ¿de dónde ha salido esta mujer?, ¿por qué le dejan que esté al frente de Madrid?, ¿acaso no le entra vértigo su incapacidad? Pues se mira al espejo cual madrastra de Blancanieves y se encuentra la más bella de Madrid.
Lo sorprendente es que, según las encuestas, sube muchísimos escaños siendo la primera fuerza política.
- Creíamos que el PP era un partido moderado que reunía a las migajas de la ultraderecha. En cambio, gana cuando extrema su discurso, cuando es prepotente y soberbio, como lo hace Ayuso, Esperanza Aguirre o Aznar. La derecha española no es tan liberal como dice de boquilla para fuera, sino más bien, ultra y conservadora.
- Lamentablemente, nuestras democracias viven del “espectáculo”. Somos un país que consume mucha fake news. Y, al final, hay más concienciación contra la violencia de género en un programa sensacionalista tipo Sálvame que con mil conferencias.
- Ayuso configura el “nacionalismo madrileño” que tanto critica en Catalunya pero ella aplica en Madrid.
- Con tanto griterío consigue confundir y engañar. Porque sigue teniendo niveles altos de contagios y fallecidos, no suministra las vacunas al ritmo que otras autonomías, y se “ahorra” dar ayudas a comercio porque los mantiene abiertos. Eso sí, tiene un enemigo externo: el gobierno de Sánchez.
- Ayuso ha emprendido la carrera política más desmadrada. Gane o pierda Madrid, ella ha ganado. Atrás quedó Pablo Casado y quienes, como Feijóo, dejaron pasar su oportunidad. El PP que está confabulándose se aleja del liberalismo europeo y se asemeja, cada vez más, al PP de Aznar, aquel gobierno que todavía está sentado en el banquillo.
Seguramente muchos votantes del PP y de Vox aplaudirán la recuperación de la senda perdida.