LAURA PÉREZ GÓMEZ: El director valenciano Álex Montoya volvió a Málaga por todo lo alto. Tras su participación en la sección Zona Zine en 2021 con su opera prima Lucas, La Casa se plantó en la oficial y Montoya se trajo a casa -valga la redundancia-, nada menos que siete premios, entre ellos el del público y el de mejor guion. A las puertas de su estreno en salas, con varios pases en Valencia, hablamos con el cineasta para que nos cuente sus sensaciones de cara al examen que tiene ante la taquilla.
¿Cómo se gestiona la vuelta a la realidad tras vuestro paso por Málaga?
En Málaga ha ido muy bien; nos dieron el premio del público, el Feroz de la crítica y el del jurado joven. Parece que la película gusta en general y en especial al público joven, ya que en ese jurado eran todos estudiantes. A contracorriente, la distribuidora, está muy favor de la película y vamos a estrenar en muchas salas, además de hacer muchos preestrenos por toda España, dos de ellos en Valencia con coloquio posterior. Estoy contento pero muy ansioso por ver cómo funciona en taquilla, porque es mi asignatura pendiente. Por eso estoy muy nervioso, dado que la taquilla es imprevisible, pero esperamos que el boca-oreja funcione.
Cuéntame un poco acerca del proyecto, ¿por qué adaptar La casa, de Paco Roca?
He leído muchas cosas de Paco, pero esta novela gráfica no la tenía y nos la regaló un amigo que me la recomendó. A mí me encantó, pero no sabía muy bien por qué funcionaba tan bien, dado que es una historia en la que no pasa gran cosa, son prácticamente personajes hablando, pero era muy emotiva. Me gustó porque trataba el tema de una manera muy limpia y nos lanzamos a pelear por los derechos. Había una puja con otras dos productoras, pero al final nos la llevamos nosotros. Esto ocurrió antes de Asamblea y de Lucas, como en 2016 o 2017, pero tardé tiempo en desentrañar cómo podríamos adaptarla a una estructura cinematográfica.
¿Cuáles fueron los principales retos a la hora de trabajar el guion? ¿Paco estuvo implicado de algún modo en el proceso?
Básicamente al final descubrí que lo que tenía que hacer era que los personajes hablaran de lo que hacen con la casa, un tema que está en off en la propia novela. Por eso pensé en sacarlos fuera de la casa en algún momento, imaginaba que eso le iba a apetecer al público también. Así, una vez liberados del yugo de la historia familiar, los hermanos ya pueden hablar tranquilamente. Esto lo puse como pieza central y lo demás lo transformé en algo así como un fin de semana largo entre la familia, que van llegando poco a poco a la casa y se van adaptando a la situación. Yo distribuyo lo que ocurre en la novela con otro orden, para que el conflicto central fuera creciente y que la curva fuera más reconocible a la narrativa cinematográfica. Por su parte, Paco no quiso implicarse mucho en el guion, pues él venía de una mala experiencia con Memorias de un hombre en pijama, pero en ésta confió plenamente en mí. A Paco se le alargó mucho el proceso, yo estaba en otras cosas, pero le mandé el cambio de estructura y dio el beneplácito. Él vino al rodaje, fue muy receptivo e incluso sale en alguna secuencia. Ha estado pendiente de la película pero desde la distancia, y una vez estrenada me dijo que es la mejor adaptación al cine de algo suyo.
También os llevasteis el premio no oficial a la película que más hizo llorar al patio de butacas. ¿Qué crees que puede haber pasado?
A mí me ha costado entenderlo también. En guion metí a las dos chicas jóvenes que en el cómic son personajes distintos. Hemos subido las edades de los niños de la historia y eso lo utilizamos como un avatar para el espectador mas joven. Yo no me lo esperaba, pero creo que la peli funciona muy bien porque es un poco catárquica. Con ella ves que, en el fondo, todos nuestros dramas son bastante similares. La película es muy amable con los hijos, aunque unos sean más egoístas y otros más cuidadores. Luego te das cuenta que aunque son temas difíciles, todo el mundo hace lo que puede. Me dijo David Verdaguer que se llora bonito con la película, que sales reconfortado de ella.
Os llevasteis el premio al mejor guion en una edición en la que se reivindicó la presencia de los guionistas en certámenes como el de Málaga, que parece que apuesta más por invitar a las estrellas que a los propios profesionales. ¿Qué opinión te merece esto?
A este caso se le dio demasiada relevancia, pero es cierto que eso pasa. Yo cuando estuve nominado al Goya por un cortometraje, me di cuenta que a los cortometrajistas nos metían por la puerta de atrás, como a los guionista. Me cabreé y lo puse en Internet, no entendía por qué por la alfombra pasaban personas que ni tenían película nominada. La lucha de los guionistas la entiendo bien; en las series tienen mejor posiciones, dado que muchas veces son los impulsores del proyecto, pero desde la época de Hollywood siempre han tenido un papel secundario y se le ha dado más relevancia al director. En ocasiones tiene sentido, pero efectivamente los nombres de los guionistas en cine se pierden mucho y entiendo que se sientan maltratados. Desde el punto de vista del productor, me parece absurdo llevar actores a los festivales y no a guionistas, su reivindicación es justa.
Sé que te tomas tu tiempo en el montaje y que participas activamente. ¿Qué es lo que aportas en la sala de montaje?
Hubo una montadora que hizo un primer montaje y estuve trabajando con ella, pero luego cogí yo las riendas. Al final me cuesta menos ponerme yo que estar pendiente de los cambios que propongo. El montaje es una cosa de tomar decisiones al frame, es una cuestión muy minuciosa. Tampoco tardé mucho esta vez, en tres meses tuve prácticamente el montaje final, pero por cuestiones de la parte de edición de sonido, tuve que hacer cambios y para eso tardé cuatro meses. Eso es un infierno porque durante esa fase de trabajo del sonido ya no puedes tocar el montaje final, y hay cambios pueden surgir pero ya no puedes hacer nada. Me he ganado la fama de ser lento con el montaje, pero es que después de todo el esfuerzo que supone hacer una película, no vas a dejarla mal.
¿Estás pensando ya en el próximo proyecto?
Tengo un par de guiones escritos pero que tienen unos añitos ya. Uno es una especie de road movie por el norte y otro una comedia de enredo, que está bien pero que la premisa puede ser un poco polémica. Lo que me interesa más siempre son los proyectos que me surgen de repente, y tengo alguno ya pensado. Uno es como una especie de día de la marmota en un pueblo, y luego un thriller… ¿qué hago? Todavía no me he leído la última novela de Paco Roca. Si ésta va bien en taquilla, igual me animo.