“Los niños son capaces de entender situaciones muy complejas”
“Estiu 1993” es la primera película de Carla Simón y ya puede presumir de haber obtenido varios premios en Berlín y en Málaga. La joven directora nos traslada a los veranos de la infancia, pero en este caso a uno marcado por la muerte de una madre. A través de los ojos de la pequeña Frida, viviremos un verano agridulce de cambios y sentimientos encontrados.
1. Tengo entendido que esta película es muy autobiográfica. ¿Es algo que necesitabas contar?
Más que una necesidad, ya que es algo que viví hace tiempo y está superado, lo que necesitaba era hablar desde mi perspectiva de cómo los niños se enfrenta a la muerte. Creía que al haberlo vivido de esa manera tan personal tendría una mirada al respecto.
2. El verano, la casa del pueblo y el entorno rural son elementos que cobran mucho protagonismo en la película; no tendría sentido esta historia en otra época del año.
Efectivamente, aunque la historia real a mí me ocurrió en un tiempo más largo y no en el verano. Lo del verano fue una decisión que tomé para colocar la película en un marco temporal que pudiera funcionar. Yo me acuerdo mucho de los veranos en mi pueblo y tengo la sensación de que para los niños pasan muy lentamente, a un ritmo muy concreto. Por ello, me parecía interesante contrastar una historia dramática y triste con el hecho de que es verano y es todo muy luminoso, donde está parte de juego y diversión, que como niña también tiene que vivirla.
3. Pese a ello, a Frida se le ve muy observadora, está pensativa y distante. ¿Cómo trabajaste este personaje desde tu visión ya adulta?
Primero recogí un poco mis recuerdos de aquella época, que eran muy abstractos, pero hablé mucho con mi nueva familia y recopilé fotos de la infancia. Todo este material me daba pistas de cómo me sentía. En realidad no fue hasta que me puse a leer e investigar sobre los procesos de adopción y cómo los niños se enfrentan la muerte, cuando me di cuenta del porqué de mi comportamiento. Eso me sirvió para poder dibujar de forma más clara el viaje psicológico de Frida.
4. La niña lleva el duelo de una manera muy diferente a como lo llevan los adultos, debido quizá a esa inocencia de la infancia. ¿Deberían los mayores aprender de los niños en muchas ocasiones?
Sí. Básicamente, los mayores pensamos que los niños no pueden entender ciertas cosas y con la película quería contar que un niño es muy inteligente y sí que puede entender situaciones muy complejas. Con la educación de ahora ya lo entendemos mejor, pero en otras épocas anteriores todavía se creía más. De alguna manera quería contar eso, aunque luego un niño no tiene las herramientas para gestionar sus emociones, lo que significa que aunque entienda la situación no quiere decir que no necesite apoyo y ayuda para pasar una etapa difícil como ésta.
5. Me interesan los personajes de los tíos. Ella parece que no está muy conforme con la nueva situación familiar; el tío lo lleva con más naturalidad.
La madre de Frida era la hermana del tío, por lo tanto la tía era su cuñada. Frida necesita ahora sobre todo la figura de una madre y me parecía interesante que esa figura la tuviera que reemplazar alguien que no fuera en realidad de la misma familia. Ellos se encuentran en esa situación nueva, han aceptado quedarse con la niña, pero Marga, la tía que es la nueva madre, es muy persistente y tiene las cosas muy claras. Ella ha aceptado educar a la niña y su preocupación real es cómo hacerlo bien. Sin embargo, el tío, a través de su ausencia demuestra que está pasando su duelo particular, pero cuando está con las niñas es el que juega.
6. Las dos niñas están fantásticas. ¿Cómo las has escogido para sus papeles? ¿Cómo fue el trabajo con ellas?
No fue fácil. El casting fue de varios meses y buscábamos a niñas que se parecieran a los personajes descritos, para que no tuvieran que crear uno nuevo y poder actuar como ellas mismas. Fue un proceso difícil y Laia, la que hace de Frida, fue la penúltima niña que vimos. En el proceso de preparación pasamos mucho tiempo juntos, yo con ellas y con los otros actores para crear esa confianza y esa intimidad. Hacíamos también improvisaciones de escenas, trabajamos sobre todo las relaciones entre cada miembro de la familia e hicimos muchos ensayos previos en el mismo lugar del rodaje. Durante el rodaje yo les iba explicando antes de cada toma lo que tenían que decir, quería que siguieran el guion. Hubo improvisaciones para que fueran más libres a la hora de contar las cosas, pero todas muy controladas.
7. Dos premios en Berlín, ganadora del festival de Málaga. ¿Qué supone para ti este tipo de reconocimiento para tu primera película? ¿Ha sido un buen empuje para la distribución en salas?
Espero que sea un empuje para que la gente vaya al cine. Cuando haces la película nunca te imaginas hasta donde va a llegar, pero estoy súper contenta. Cuando al presentamos en Berlín me encantó la reacción del público, ya que cuando se encendieron las luces había gente llorando, y para mí fue sorprendente que una cosa tan personal hubiera llegado a un público tan internacional.
Entrevista realizada en junio de 2017.
“Estiu 1993” es la película seleccionada para representar a España en los Oscar 2017.
Laura Pérez