Cartelera Turia

ENTREVISTA CON BENITO ZAMBRANO, DIRECTOR DE “PAN DE LIMÓN”

Hacer cine es como cocinar. Cada plato tiene su receta, aunque son libres de ser interpretadas. Uno puede seguir los pasos, como si de un robot se tratase, y lograría un plato final muy funcional aunque, quizá, se perdiera algo de alma por el camino. Con el cine es parecido. Puedes seguir los pasos para contar una historia, o puedes decidir colocar algo tuyo en ella, y que todo sepa mucho mejor. Como en la cocina, en el cine la experiencia es una virtud, cada plato que sirves te ayuda a mejorar el siguiente. Uno se convierte en un experto narrador de historias. En un cuenta cuentos que empapa todo lo que le rodea con esa naturalidad tan extraña que tiene la ficción. Benito Zambrano es uno de esos. Uno de los grandes. De los que se han subido al escenario a recoger muchos, y muy merecidos, premios. Tuvimos la suerte de hablar con él para presentar su nueva película: “Pan de limón con semillas de amapola”,  una adaptación de la novela de Cristina Campos.

P: Parece que ayer estrenaste “Intemperie” (2019), pero por el medio ha pasado una pandemia mundial. ¿Cómo ha sido esa vuelta a los rodajes, estrenos, festivales…?

Han pasado muchas cosas. Para mi estrenar dos pelis tan seguidas es casi un milagro. Tuvimos la suerte de que apareció “Intemperie” cuando ya estábamos preparando “Pan de limón”. Ojalá pudiera mantener esa continuidad siempre, lo que pasa es que es difícil. Y con respecto a la pandemia, nos pilló en plena distribución. Recuerdo que el 11 de marzo estaba en Miami, para presentar la película, y me tuve que volver porque se suspendieron todos los festivales. A la pobre “Intemperie” no le pude hacer el seguimiento internacional que me hubiera gustado, y que se merecía. Y ahora tenemos ese gran miedo, esa gran duda, de ver cómo va reaccionado la gente con “Pan de limón” y con el cine en general. Ver si los espectadores, poco a poco, van volviendo a llenar las salas de cine.

P: Eres un gran guionista y ya casi experto en adaptar novelas literarias, ¿cómo es ese proceso de adaptación de la novela al guión cinematográfico?

 Cuando hice “La voz dormida” me di cuenta de que uno tiene que encontrar la película que quiere hacer dentro de la novela. Como si la novela fuera una piedra en la que tú, como cineasta, tienes que esculpir la escultura que esté dentro. Como encontrar una obra de arte dentro de otra obra de arte. Tienes que concentrar las cosas, reducir muchas veces las historias o los personajes, tratar de buscar el jugo de cada uno para que todo funcione dentro de los tempos y los ritmos del propio medio. Esto es lo fundamental. Encontrar tu trama principal e ir a por ella. Olvidar que es una novela, sin dejar de lado su espíritu y su mensaje, y centrarte en el vínculo emocional y creativo.

P: ¿Has pensado en escribir tú una novela?

No, no. Son aspectos muy distintos. Hay que tener un talento literario, un saber jugar con las palabras, que yo no tengo.

P: “Pan de limón con semillas de amapola” es una historia sobre mujeres fuertes, con arcos narrativos cruzados y muy bien compensados entre sí.

 Es algo fácil como director, difícil como guionista y maravilloso como director de actores. A la hora de hacer el guion, fueron muchas versiones y mucho trabajo. Todo comienza desde ahí, equilibrar la historia desde su estructura. Y a partir de entonces, la otra gran parte del trabajo fue el casting. La gran herramienta de un director de cine son los actores y sabíamos que es una faceta que hay que cuidar. Cuando nos encontramos con Elia Galera y Eva Martín, y con todas las personas del reparto, supimos que todo saldría bien, que son todas y todos grandes actrices y actores. Entendieron a la perfección a sus personajes y nos facilitó mucho el trabajo. El darle profundidad, entidad, vida, a un personaje no es una tarea sencilla y ellas pusieron mucho de su parte para que todo saliera como tenía que salir.

P: “Pan de limón” nos habla de las herencias. Por momentos de forma más literal y otros de forma más abstracta. ¿Cómo tenemos que manejar el pasado?

 Viviendo, caminando. Todo lo que uno tiene acumulado es una mochila de vida. Esta es una peli de mujeres adultas, con pasado. Por eso todo tiene mucho que ver con las herencias. A veces literales, como tú dices, y otras más emotivas. Mucho de la película tiene que ver con las decisiones tomadas en el pasado, con cómo nos conforman. Uno siempre toma decisiones, todos los días. Algunas te llevan al dolor, otras a la felicidad. Algunas tienen solución y otras son para siempre. Uno no puede decir “soy lo que soy”, porque todo cambia, la gente cambia, evoluciona. Tiene que ser así.

P: Volviendo al nivel interpretativo, has trabajado con grandes actores y actrices (Luis Tosar, Inma Cuesta, Luis Callejo, María Galiana…) ¿Tienes algún actor o actriz con quién te gustaría trabajar en un futuro?

 No te puedo decir un nombre. Creo que, como te he dicho antes, los actores y las actrices son las herramientas que tenemos los directores para contar nuestras historias. Debemos cuidarlos y disfrutar del trabajo con ellos y ellas. Te puedo decir que me encantaría seguir haciendo muchas más películas para poder ir conociendo y trabajando con más y más personas.

P: Nos haces viajar hasta una panadería. ¿Cuál es la receta para hacer una buena peli?

 Pues creo que ya te la he ido diciendo. La clave es un buen guion, que esté trabajado, que sea sólido. Es lo fundamental. Después acertar en la fase de casting, para que los actores y actrices sean los correctos a la hora de llevar a sus personajes a la realidad. Y, por último, el dinero. Tampoco hace falta una cantidad exacerbada, pero sí lo suficiente para que te permita trabajar y hacer las cosas debidamente.

Si el guion es bueno y los actores también, no vas a echar en falta un plano más abierto o un sitio más bonito.

Claro, todo esto si es una película de historias y de personajes, que son las que a mi me gustan y las que quiero hacer. Si tú me preguntas por la receta para una peli de carreras de coches ahí la receta cambia un poco.

P: Hablando un poco sobre cine, sobre cine español, y siguiendo con esta terminología, ¿cómo ves las nuevas hornadas de directores y directoras de nuestro país?

La veo muy bien. Siempre he dicho que, quitando Hollywood, España está entre la mejor cinematografía del mundo. Evidentemente tampoco lo conozco tanto, no soy tan cinéfilo, quizá hay una nueva hornada de directores húngaros con mucho talento, pero bueno, creo que lo que tenemos aquí, el cómo contamos las historias, el talento que emana de los narradores y narradoras es para estar muy orgullosos.

P: Para ir cerrando la entrevista. Me gustaría que nos recomendaras algún libro que hayas leído este año.

 Pues voy a recomendar un autor más que un libro en particular. Recomiendo a Pedro Sevilla, que es un autor gaditano, poco conocido por desgracia, que tiene un gran talento y un estilo maravilloso. Últimamente estoy leyendo menos por placer y más por trabajo, pero siempre me gusta refugiarme en Pedro.

P: Y, ¿una película que te hubiera gustado dirigir?

 No hay una película o un único director. Me hubiera encantado alguna película de John Ford, o de Iñárritu. Y luego españolas, me encanta Mar adentro, por ejemplo. Y también me hubiera gustado algún musical.

 

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