JAVIER BERGANZA: Primero de todo, David, gracias por atendernos. Enhorabuena por tu trabajo en la película y por el reciente premio Goya. Estrenáis “La casa” la nueva película de Álex Montoya, ¿cómo te llega el proyecto y qué tal fue trabajar con Álex?
Fue un poco casualidad, porque no iba a ser yo quién hiciese el personaje de José. Pero por cuestiones de agenda, el otro actor se cayó del proyecto y me llamaron a mí. Hablé con Álex y me leí la novela gráfica de Paco Roca. Me gustó mucho. Poco después me leí el guion y diría que me gustó aún más.
Trabajar con Álex fue una maravilla. Es un director al que le gusta hacer muchas tomas, que tiene toda la película en la cabeza desde el primer momento y que sabe perfectamente cuál es el resultado que busca. A veces cuesta más encontrar el camino, pero él siempre sabe a dónde se dirige. Al final se ve, creo que ha quedado una película preciosa que emociona a todo el mundo.
En “La casa” se construye el pasado de una forma casi física, no solo con esos fragmentos de grabaciones caseras si no con el propio espacio, la propia casa juega un papel fundamental en los personajes. Quería preguntarte por cómo fue esa construcción de los recuerdos.
Tuvimos la suerte de poder rodar en la casa original de Paco Roca. Nos prestó su hogar, el de su historia. Estaba ya reformado, pero aún así todo permanecía de cierto modo. Facilitó mucho el trabajo interpretativo, la historia habla a través de esas paredes, de ese jardín. Además, no solo se construyó la familia de los personajes, el ambiente antes de rodar era casi el mismo, una hermandad y un ambiente que, creo, contribuyó mucho al resultado final.
¿Qué le dirías a los espectadores para que se acerquen a ver “La casa”?
Pues que debes ser un neumático o un ficus si no te emociona esta obra. No todos somos padres o madres, no todos tenemos hermanos y hermanas, pero todos y todas somos hijos o hijas. Y solo por eso ya encuentras elementos que resuenan en tu vida. Es una película preciosa que estoy seguro que gustará a quién decida acercarse a las salas.
Has estado con la obra Elling, que ha recibido muy buenas críticas. ¿Giraréis por el resto de España?
Pues por desgracia no. Es una obra que nació y morirá en Catalunya. Es verdad que este fin de semana nos acercamos a Mallorca y que estuvimos en Castellón, pero eso es lo más lejos que vamos a ir. Las críticas han sido buenas y estamos muy agradecidos.
¿Qué crees que pensaría de ti, si te pudiera ver, el David Verdaguer de 20 años que comienza a dar sus primeros pasos en este mundillo? ¿Tú qué le dirías?
Pues fliparía con que siguiera viviendo de alquiler. Pero bueno, creo que estaría contento. Vería que he seguido por el camino que quería hacer. Que ha ido bien y que tengo la suerte de poder vivir de ello. Y yo le diría… que haga mucho el amor. Y que todo sirve, hacer de payaso en un