“Es muy difícil para cualquier película sobrevivir a las salas”
JAVIER BERGANZA: Tras pasa por Venecia se estrena “En los márgenes”, el debut en la dirección del actor Juan Diego Botto, un drama social que encabeza Luis Tosar acompañado de Penélope Cruz, y que pone en el punto de mira todo el proceso de desahucio vivido por varias familias.
¿Tú personaje es una representación del ciudadano medio? Actualmente desencantado con lo que le rodea, sin tiempo a causa del trabajo, ahogado por una crisis tras otra.
Cuando escribimos a Manuel, el personaje que interpreto, quisimos plasmar una realidad que nos encontramos. Y es que, en la mayoría de asambleas y organizaciones dónde se lucha contra los desahucios, la relación mujeres-hombres es de 80%-20%. Parece que los hombres están algo más anclados a esa función de llevar el dinero a casa y, cuando se quedan sin trabajo, adoptan un rol algo más pasivo, más de desubicación y no saber qué hacer. Eso, en ocasiones, termina en situaciones de maltrato, alcoholismo, etc. Mientras que la mujer se empodera y da un paso hacia delante para luchar contra la injusticia, el hombre parece que se queda algo más atrás.
¿Cómo ha sido la experiencia en ese cambio de posición, colocándote esta vez detrás de la cámara?
Ha sido una experiencia positiva. Hacer una película es un proceso lento, sobre todo el poder conseguir la financiación. Pero esos meses previos de preproducción, el rodaje y la pospo, han sido unos meses maravillosos en los que he podido estar rodeado de las mejores. Cuando haces una peli tienes que delegar y dejar con los demás trabajen y aporten sus emociones, su experiencia y su talento. Tú tratas de comunicarte de la mejor forma para saber expresar qué es lo que buscas y que te entiendan en el departamento de Arte o en fotografía o donde sea. Recuerdo que le trasmití ciertas dudas a Raúl Arévalo, dudas sobre si estaría o no preparado, sobre si sabría responder a todas las preguntas. Y me dijo, y acertó, que llega un momento en el que llevas tanto tiempo involucrado con el proyecto que ya lo sabes todo. Sabes si el coche es azul o rojo o si la chaqueta es verde o marrón.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar y dirigir a Luis Tosar y Penélope Cruz?
Bueno, trabajar con actores y actrices de este talento es sencillo. Te facilitan todo. Penélope me vio en una obra de teatro y, al salir, me comentó que tenía una idea y que podría desarrollarla para trabajar juntos alguna vez. Esa idea al final no surgió pero apareció esto. Claro, cuando alguien como Penélope te pide eso sabes que ella va a ser la protagonista. Y al final, curiosamente, la película fue haciéndose más y más coral. Luis es el centro de la historia y, de nuevo, trabajar con él fue muy sencillo. Tú tratas de que estén cómodos y que todo sea como tiene que ser, les dejas libertad para trabajar y ellos son los que ponen la magia. Es increíble.
También contestó Christian Checa.
C.C.: Coincidí más con Luis que con Penélope, pero imagínate cómo fue la experiencia. Yo estoy empezando y me tomé todo esto como una parte más del aprendizaje. Luis y Penélope son gente muy cercana, de la que puedes aprender constantemente y eso fue lo que intenté. Para mi fue una experiencia increíble. Me ha permitido crecer como actor y ojalá poder plasmarlo en próximos proyectos.
¿Crees que el público se ha desconectado del cine social?
En la situación actual, es muy difícil para cualquier película sobrevivir a las salas. Cualquier película de cualquier tipo. Es complicado encontrarte con tu público, y más todavía para el cine medio. En ese sentido las plataformas son más igualitarias. Permiten que el encuentro sea más heterogéneo y permanente. Sobre “En los márgenes” te podré contestar dentro de veinte días. Hasta que no veamos los datos no podemos hacer previsiones. Ojalá funcione en taquilla, la pasada semana hicimos un pase con la gente de la película, la que inspira las historias que contamos allí, y esas lágrimas y esos abrazos son algo con lo que me voy a quedar siempre. El viaje ya ha merecido la pena. Pero, insisto, ojalá la gente venga a verla. Nosotros nos esforzaremos par que la gente sepa que está en cines e intente hacer el esfuerzo de ir.
¿Cómo fue compaginar cine con teatro?
Pues duro, pero la vida es así. No me quejo. Duermo menos de lo que me gustaría, pero por un buen motivo. Tuve una función en Jaén el día anterior a la presentación en San Sebastián. A las 23 salía del teatro y un coche me recogía y me llevaba al festival. Llegué a las 8 de la mañana y a las 10 teníamos la rueda de prensa. Dormí una hora. Después todo el día con la promoción, por la noche el estreno de la película y, al día siguiente, tenía otra función en Madrid. Pero la realidad es que estoy haciendo una obra de teatro que está yendo muy bien y estoy presentado una película en el Festival de San Sebastián. Hay cosas mucho peores y de las que quejarse de verdad, yo estoy solo cansado. Cansado pero muy feliz.
¿Cómo fue la elaboración del guion y su traducción al audiovisual?
Bueno, es un trabajo que hicimos poco a poco Olga y yo. Como te digo esto nace inicialmente de esa charla con Penélope, de ahí surgió una discusión de una pareja la noche antes de ser desahuciada. Poco a poco fuimos incorporando más y más historias. Fue un trabajo lento, de documentación, de visita. Siempre con mucho tacto, con mucha escucha. Queriendo aprender y saber plasmar esa sensación de ahogamiento, ese malestar constante. Es un poco el motivo por el cuál la historia se cuenta en 24 horas. Para intentar trasmitir esa sensación de que el tiempo se agota, que en cualquier momento esto se puede acabar, que te puede llegar esa carta diciéndote que te vas a la calle con tus hijos. Tratamos de incluir mucha cámara en mano porque es una historia que está viva. Hemos intentado hacer el mejor trabajo posible, y yo estoy feliz con lo conseguido.