JOSÉ MANUEL RAMBLA: En 1991 el pacto del PP con el blaverismo de Vicente González Lizondo permitió a Rita Barberá arrebatar la alcaldía de València a la socialista Clementina Ródenas. Comenzaba para el PSPV una larga travesía del desierto de la que no saldría hasta hace cuatro años cuando, gracias al pacto de La Nau, regresaba junto a Compromís y València en Comú al gobierno municipal, aunque en esta ocasión liderado Joan Ribó. Ahora Sandra Gómez aspira a reeditar el acuerdo entre las fuerzas progresistas, pero a la vez decidida a disputar a sus socios de Compromís la condición de partido más votado el próximo 26 de mayo y con ella la alcaldía.
Aseguras que la gente quiere sentirse representada y no polémicas y cosas que dividen, ¿no es un poco duro para alguien que estaba gobernando?
Al revés, como es lo que hemos hecho desde nuestras áreas de Gobierno podemos asegurar que lo haremos desde la alcaldía. Uno de los objetivos que tenemos que marcarnos los partidos progresistas es situar en el centro del debate político las cuestiones que realmente importan a las personas que viven en los barrios de la ciudad. Hay debates que son muy interesantes, pero que al final se quedan en los centros de las ciudades. Las verdaderas políticas transformadoras son las que consiguen que las oportunidades vitales no dependan de tu código postal.
¿Qué ha sido lo más positivo de la experiencia del gobierno de La Nau?
Podríamos decir la honradez, pero eso, aunque es un gran cambio y es necesario, no es suficiente. Hay tres hitos en esta legislatura. Haber reducido la deuda a la mitad, el grupo GAMA de la policía para proteger a mujeres víctimas de violencia machista y ser la gran ciudad que más empleo ha creado con una agencia local -València Activa que ha participado en uno de cada tres nuevos puestos de trabajo. Son los tres aspectos más transformadores que directamente son responsabilidad del Gobierno municipal y han sido liderados por el Partido Socialista.
¿Y los errores?
Ha habido momentos en los que desde algunas áreas se ha envalentonado a las derechas más rancias. A esta derecha que se alimenta de la confrontación, se le gana con consensos y sobre todo le ganamos trabajado. Creo que esta ciudad puede aspirar a más cosas. Ahora que hemos saneado el ayuntamiento tenemos que aprovechar la oportunidad que tiene València y hace falta aire fresco para ello.
¿El objetivo de Sandra Gómez es el sorpasso a Joan Ribo?
El objetivo es ganar la alcaldía. No es una motivación extra ganarle a ningún socio. Queremos frenar a la extreesta ciudad al ritmo que puede. Eso es lo que significa proponer aire fresco para València: frenar a quienes quieren que retrocedamos y no conformarnos con quedarnos parados.
¿Temes que el turismo acabe fagocitando la ciudad?
Si seguimos haciendo los deberes no pasará. Hay que estar siempre atentos y mejorar, pero estamos siendo una referencia en modelo de turismo sostenible. Por ejemplo, han crecido los visitantes superando al modelo de grandes eventos, pero sobre todo ha mejorado la calidad del turista. Además la regulación de apartamentos turísticos que hemos impulsado es la más estricta de España porque tenemos claro una cosa, lo primero es ser una gran ciudad para vivir y eso nos ayudará también a ser una gran ciudad para ser visitada.
¿Las fallas son una bomba de relojería?
No. Las fallas son la mejor expresión de implicación colectiva de la ciudad. Hay que hablar de fallas en positivo y, sobre todo, hacer protagonista de la conversación a los propios falleros y falleras. Cualquier ciudad querría tener un movimiento vecinal y ciudadano como son las fallas o cualquier ciudad querría ser el museo de arte al aire libre más grande del mundo durante esa semana fallera. Algo que es patrimonio de la humanidad no puede ser nunca una bomba de relojería y hay que cogestionarlo con el propio mundo fallero desde esa óptica.
Qué tal llevas tu relación con Giuseppe Grezzi?
Tenemos dos estilos de hacer política muy diferentes, pero la relación siempre es cordial. De hecho es una obligación de los políticos establecer climas cordiales, porque eso hace mejores gobiernos y mejores instituciones. ¿Por qué se sigue hablando tan poco de cultura en las campañas electorales? Los socialistas hablamos mucho de cultura y es uno de los pilares fundamentales de nuestro modelo de ciudad, de hecho, hemos apostado por tener de número 3 a una referente de la gestión cultural de la ciudad como Maite Ibáñez. Por ejemplo una de nuestras principales para la ciudad es establecer una red de barrios creativos que nos permita estar en el mapa de ciudades creativas de la UNESCO. Eso es tomarse la cultura en serio, también como industria.
¿Qué te preocupa más que la ultraderecha entre en el ayuntamiento de València o que haya partidos dispuestos a pactar con ella?
Es más grave lo segundo, porque es lo que da posibilidades a que la extrema derecha decida. El Partido Popular y Ciudadanos son la vergüenza de sus socios europeos. Ni a Merkel, ni a Macron se les ocurriría abrirle las puertas a la extrema derecha. Con la derecha se tienen discrepancias lógicas, pero lo que representa la extrema derecha es peligroso y especialmente, para las mujeres.
Si los números lo avalan, ¿cómo debería ser el próximo gobierno de La Nau?
Progresista y liderado por el Partido Socialista. Además lo primero que haremos será pactar las bases del modelo de ciudad con todos los agentes sociales. El próximo Gobierno no puede contentarse con resistir o ser un Gobierno de transición, va a ser transformador.