Cartelera Turia

EXTRA CULTURA. AVANCE PROGRAMACIÓN FILMOTECA: CLÁSICOS, FESTIVALES, HOMENAJES Y ESTRENOS

LAURA PÉREZ: La Filmoteca de Valencia es el espacio cultural para cinéfilos más importante de la ciudad. Un lugar donde (re)visionar los mejores clásicos, asistir a festivales (a finales de noviembre acogerá la sección oficial de La Cabina), a estrenos de películas difíciles de ver en salas (quizá ya solo en plataformas VOD), o celebrar homenajes a los cineastas más consagrados de todos los tiempos.Octubre comienza con dos sugestivos ciclos en colaboración con dos festivales de cine a nivel internacional. Nos referimos al festival de animación Prime de Animation! (ampliamos la información en nuestro Rincón de la Filmo de este número); y el festival Docs Valencia, en colaboración con DOCMA, de dónde veremos las dos películas ganadoras del pasado Festival Alcances: el cortometraje Wan Xia: la última luz del atardecer, de Silvia Rey, y el largometraje Tóda las mulleres que coñezo, de Xiana Do Teixeiro. Entre otras colaboraciones de la Filmoteca con festivales de cine, destacamos el pase de Vestida de azul (el 22 de octubre), documental sobre la transexualidad femenina pionero en nuestro país, en colaboración con el Catacumba Film Festival de Godella; y dos sesiones de Cine por Venir cuyo objetivo fundamental consiste en reflexionar alrededor de las prácticas cinematográficas más experimentales. De aquí veremos El libro de imágenes, la última obra de Jean-Luc Godard, y Carelia: Internacional con monumento, que será presentada por su director Andrés Duque.

Este mes que inaugura el otoño continuará con el cine negro clásico en el ciclo Crímenes y Sombras. Las tardes empiezan a oscurecerse y es turno de retomar los mejores clásicos del género de los años 50 como Manos Peligrosas (Samuel Fuller, 1953), El Cuarto Poder (Richard Brooks, 1952), o Niágara (Henry Hataway, 1953).Roberto Gavaldón, es considerado el maestro del melodrama mexicano y uno de los cineastas más importantes de su generación. De Gavaldón veremos su debut en solitario como director con La Barraca (adaptación de la novela de Blasco Ibáñez), además de La diosa arrodillada y Miércoles de ceniza, protagonizadas por la reconocida actriz del momento María Félix. También proyectarán Macario, la primera película mexicana nominada al Óscar como Mejor Película Extranjera, y la coproducción entre México y España Don Quijote cabalga de nuevo, con Cantinflas y Fernando Fernán Gómez.

Otro de los homenajes, que se alargará hasta el verano próximo es el de R. W. Fassbinder. Bajo el título Amor y Rabia, la Filmoteca valenciana colabora de nuevo la Filmoteca Vasca y la Rainer Werner Fassbinder Foundation para hacer un especial homenaje a uno de los representantes del Nuevo Cine Alemán. Este largo ciclo ofrecerá la posibilidad de rescatar las mejores películas del cineasta germano, con poderosas historias que giran en torno a las relaciones de poder y a la discriminación sexual y de clase. Nos aproximaremos a títulos de entre finales de los 60 y los años 70, como El amor es más frío que la muerte (1969); El Soldado Americano (1970); Martha (1973) o El matrimonio de María Braun (1978).

Continuará hasta diciembre el ciclo dedicado a la Alimentación Sostenible en el Cine. La Filmoteca programa un ciclo compuesto por películas que analizan los diversos problemas medioambientales, normalmente de género documental. Este mes le toca el turno a la ficción con Fast Food Nation (2006), una comedia dramática firmada por Richard Linklater.A mediados de este mes de octubre, la Filmoteca estrenará Diecisiete, el último largometraje de Daniel Sánchez-Arévalo; un pase especial en colaboración con Netflix que contará con la presencia del director de AzulOscuroCasiNegro y Primos. El fin de semana posterior habrá de nuevo un estreno, en este caso la cinta La ceniza es el blanco más puro, del director Jia Zhang-ke, uno de los autores más destacados de la filmografía china, quien participó en el Festival de Cannes el año pasado con esta cinta que mezcla el drama romántico con el thriller de acción.

El frío parece que no llega, pero la sala Rialto siempre es un buen cobijo otoñal para aislarse durante unas horas del mundanal ruido de ahí fuera.

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