Había nacido en Alzira y desde muy joven sintió el aguijón de la velocidad a lomos de las motocicletas. Se llamaba Jorge Martínez, apodado Aspar en el mundo atronador de los circuitos. Ganaría en ese gremio varios campeonatos de España y también unos cuantos Mundiales. En las categorías de 80 y 125 cc era un crack. En su pueblo lo hicieron hijo predilecto y le fueron concedidos numerosos galardones por su contribución indiscutible al reconocimiento del motociclismo en particular y al deporte en términos generalistas. Dice la Wikipedia: “A partir de 1986 comienza la época más dorada de Jorge. Durante tres años, entre 1986 y 1988, será el dueño casi absoluto de las cilindradas pequeñas, imponiéndose tanto en el mundo como en España”. Pero ahí equivoca la Wikipedia un dato fundamental en su ilustre biografía. La época dorada de Aspar comienza cuando años después conoce a Francisco Camps. Ya se había retirado y tenía una empresa dedicada también al mundo de las motos. Es entonces cuando esa empresa se monta negocios con el gobierno valenciano del PP y entre ellos el más importante: el de la Fórmula 1. Ésta es la auténtica época dorada del expiloto. Mogollón de pasta, viajes de lujo, vida mundana por los palacios de la corrupción que tiene imputados a casi la cuadra entera de la ahora tambaleante franquicia valenciana de Rajoy. Incluso él mismo, el tantas veces campeón, está imputado por varios presuntos delitos relacionados con aquel negocio automovilista. Lo último en esa imputación habría sido -como ha sucedido con otros de sus colegas- cargar las culpas en su antes amigo del alma Francisco Camps. Las ruinas de aquel imperio político y económico se han cobrado ya varias víctimas. El cadáver de Aspar apareció encogido como un feto al lado de una moto aparcada en el Paseo Marítimo de Valencia. La policía sospecha de un asesino en serie, un asesino que iría liquidando, uno a uno, a todos los que acabaron traicionando sus favores de antaño. Sí, exactamente, ése que ustedes piensan. En todo caso, desde esta casa, les seguiremos informando. FUNERARIA LA SOLEDAD.