Cartelera Turia

FUNERARIA LA SOLEDAD: JUAN CARLOS GIRAUTA

Nuestros empleados de la funeraria, una vez el juez “levantó” el cadáver, lo introdujeron en el furgón después de que el SAMU no pudiese hacer nada por su vida. Se trataba de un señor con barba, con aspecto de ciudadano corriente (podría ser el farmacéutico de la esquina de tu casa) que, al parecer había sido atropellado por algún vehículo en una acera madrileña. Pronto reconocieron que se trataba de Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, ese partido político que ya comienza a ser tan antipático como el Partido Popular, que se dice pronto. Militó en PSOE hasta el año 1986, hasta que se pasó al PP. En tres comicios diferentes se presentó en las listas de dicha formación, pero nunca obtuvo cargo alguno. Frustrado por el fracaso continuado, no se lo pensó dos veces cuando nació Ciudadanos (C’s). En las elecciones europeas de 2014, dicho partido obtuvo dos eurodiputados y él iba el número dos. Acta de diputado al canto. El pasado lunes 14 de mayo se le ocurrió escribir un twuit que rezaba: “Israel, luz para las naciones, cumple 70 años como Estado moderno. Aquí, celebrándolo con mi admirado Daniel Kutner (foto con el embajador de Israel en Madrid). Dio la casualidad que ese mismo día el ejército israelí asesinó a casi 60 palestinos sin ninguna contemplación, además de causar centenares de heridos. “Con 41 palestinos asesinados en Gaza encima de la mesa, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados. Ahora imaginadlos gobernando y echaos a temblar”, escribió Pablo Echenique. Girauta le espetó: “Lo que sería para echarse a temblar es que gobernarais los comunistas, pero eso no va a suceder. ¿Qué pasa, que la única de democracia de Oriente Medio no tiene derecho a existir, y sus amigos no tenemos derecho a celebrar su aniversario?”, contesto en otro twuit Girauta. Hace dos días, el miércoles 16, Echenique y Girauta coincidieron en una calle madrileña. El dirigente de Podemos, sin querer, atropelló al diputado de Ciudadanos con su poderoso carro de ruedas, con tan mala suerte que le provocó una mortal conmoción cerebral. Juan Carlos Girauta murió en el acto. La escena nos recordó Los olvidados, la película de nuestro admirado Luis Buñuel.

 

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