ANDREA GABRIELLI: Hay momentos en la vida en los que tomamos decisiones importantes que pueden cambiar radicalmente el rumbo de nuestra vida y no siempre estamos seguros de que éste sea el camino correcto. De todos modos, ya sean correctas o no, nuestras elecciones nos enriquecen siempre, crecemos, exploramos nuevos territorios y ampliamos nuestro bagaje personal con todas estas experiencias. Simplemente, somos personas mejores y un poquito más “completas”. Yo he realizado infinidad de trabajos diversos y emprendido proyectos diferentes, siempre persiguiendo mis inquietudes sin parar y no me arrepiento de haber “perdido tiempo” en algo sin ninguna perspectiva (juzgando a posteriori). A veces, hay que rectificar o volver al origen, regresar a lo que era tu idea inicial, pero con la ventaja de haber vivido nuevas experiencias que nos han aportado más sabiduría y una visión más amplia para valorar y tomar decisiones posiblemente más acertadas.
Hace poco más de un mes hice un resumen sobre lo ocurrido en la temporada anterior, y me fijaba en unas cuantas personas que habían tomado decisiones importantes modificando así su asset profesional y personal. Comenté y desarrollé seguidamente la decisión de la Top Chef Begoña Rodrigo de ampliar su conceptNomadaubicándolo ahora en el centro de la ciudad y partiendo de una idea concebida y ya experimentada en un centro comercial, como el de Bonaire, para adaptarlo a un urban mood que promete mucho. En el mismo artículo también hice hincapié en otra decisión importante, la de gran cocinero Nacho Romero de dejar
de seguir involucrado en el estupendo proyecto del Café Madrid y del Rincón del Mercado, para volver a dedicarse a tiempo completo al suyo personal, el Kaymus(Av. Maestro Rodrigo, 44). Sin duda una decisión difícil, pero entiendo perfectamente el sentimiento de dejar de un lado algo propio para dedicarse en cuerpo y alma a un proyecto entusiasmante pero que no era “suyo”. De modo que el siguiente s te p ha sido ir a comer al Kaymus para ver su “estado de salud”, aprovechando la celebración del cumpleaños de mi hijo. Siempre me ha parecido un sitio muy acogedor, fuera del ritmo frenético del centro de Valencia, aunque a cinco minutos de todo. Admito que ver en la puerta el emblema de la gloriosa fábrica de coches Alfa Romeo me ha tocado mi corazoncito italiano. Nada más entrar, nos atiende unos de los mejores jefes de sala de Valencia, Rubén Robledo, un auténtico crack, profesional y dotado de una increíble empatía en el momento de interpretar los deseos de los clientes. Tal vez este saber hacer venga de familia, pues su hermano David Robledoes esumiller del famoso restaurante Sant Celoni, con dos estrellas Michelin en Madrid. Rubén nos aconsejó maravillosamente sobre los vinos adecuados al menú elegido. Tienen una bodega con casi 200 vinos donde destaca la increíble selección de espumosos, Cavas y Champagne de gran calidad de pequeños productores, unas auténticas joyas. Saludo a Nacho y el mismo nos recomienda el menú de mediodía, ya que con 30€tienes la oportunidad de degustar tres entrantes, un plato principal de la carta a elección propia y el postre. ¿Cómo no seguir su consejo? Noté en Nacho muchas ganas de volver a tomar el timón del barco como antes, ya que, como me comentaba, para él era un poco como empezar de cero. Mucha determinación, ¡así me gusta! La propuesta gastronómica fue excelente. A un aperitivo “fuera de programa” de su deliciosa ensaladilla rusa y sus increíbles y sabrosísimas croquetas, siguió una acertadísima novedad de la carta, una muy mediterránea burratina ahumada con pesto fresco y tomate seco; después un sorprendente bocado de bonito marinado con queso, una maravilla, y por último una fantástica crema de setas con gambas. Como plato principal nos decantamos por un delicioso arroz de sepia y verduras. Totalmente validado el que Nacho haya sido el embajador del arroz valenciano en un reciente evento en Miami. Cedemos a la tentación y pedimos también un increíble y muy delicado pez limón marinado. Final de lujo con un riquísimo sorbete de limón y cava y una irresistible tarta de queso fresco. Ah, casi se me olvidaba, para mi hija que es vegana, le preparó un magnifico menú ad-hoc. Mejor imposible. Me alegro mucho de haber vuelto y estoy seguro que Nacho ha tomado la decisión correcta. Per aspera ad astra.