ABELARDO MUÑOZ: “¡Sí, podem, sí podem!! Atronaba el salón teatral de la Societat Coral el Micalet, mientras que en la calle decenas de ciudadanos se quedaban con las ganas de entrar al evento porque la sala se había quedado pequeña. De esta forma la presentación del libro de Héctor Illueca, La propuesta republicana, acompañado por Pablo Iglesias, se convirtió en un acto de afirmación política del partido que gobierna en coalición este maltratado país que llamamos España.
La expectación era máxima. Pablo y Héctor tuvieron que salir a la calle para hablar con megáfono a los frustrados ciudadanos y ciudadanas que se quedaron sin entrar. Ese fue un fallo de organización que el partido tendrá que valorar en próximas convocatorias. Hay ganas de gritar libertad de opinión en la calle, pues los medios parecen ocupados en cotilleos y alarmas sobre los fascistas españoles, cada vez más mediáticos y con creciente espacio inmerecido y publicidad gratuita.
Algunos ondeaban banderas republicanas y cuando entró el líder de Podemos, Pablo Iglesias, un hombre menudo, discreto, vestido con un polo oscuro y unas deportivas granate, como un chico que estudia en la Universidad, la gente lo recibió como a una estrella de cine. No es para menos, porque Pablo es un tipo que sabe hablar de cosas claras como el agua y su discurso es puro aliento para todos los que creen que aún hay esperanza para las clases populares frente a la maldad capitalista y la violencia y odios fascistas que infestan el escenario, más bien circo, político.
Iglesias arropaba al vicepresidente de la Generalitat, Hector Illueca que presentaba su libro editado por el legendario El Viejo Topo y prologado nada menos que por Ignacio Ramonet, periodista marxista global.
Presentado por la militante de Podem, Carmen Collado, Iglesias dejó claro que los suyos son un partido. Nada de nuevos colectivos, ni asambleas comunales, tipo 15M, un partido con todas las de la ley. Lejos quedan las críticas a este sistema de organización inventado por el mismísimo Lenin a principios de siglo XX. Un centralismo democrático que intenta funcionar en el siglo XXI. Con irregulares resultados.
Gracias al cual el gobierno español está llevando a la práctica políticas de izquierdas. “Todas las medidas progresistas del gobierno han sido aprobadas gracias a Podemos. Mientras teníamos que sufrir una lucha que nos criminalizaba por los mismos medios progresistas. El significante Podemos era el objetivo a destruir y el PSOE se negó a la evidencia. Se resistió con uñas y dientes y se tuvieron que repetir dos veces las elecciones”.
Lanzó, con verbo sosegado pero incisivo, una pulla tras otra: “la ministra de defensa es tan de derechas como el PP” y valoró el hecho de que su partido ha normalizado que el gobierno es un espacio de lucha política”.
“Y sin Podemos no hay políticas de izquierdas en la Comunidad Valenciana”. La República devino protagonista en la sala teatral del Micalet: “Es la única caja de herramientas para la democracia”. También señaló que los vivas al rey de algunos sectores no son más que “significantes de la involución”. Y el dirigente político ahora en la sombra volvió a hablar claro: “Es urgente una alianza de las fuerzas republicanas y un horizonte de estado republicano que no es otra cosa que justicia social y libertad”.
Su compañero Illueca, candidato a la presidencia de la Generalitat por su partido, no se quedó corto. “Mi libro no es literatura es para intervenir en política. Reflexiono la situación internacional, el problema territorial, los conflictos sociales y económicos desde un punto de vista republicano”.
El político también señaló que el “signo de esta época es el de una transición gigantesca. Un desplazamiento del poder de Occidente a Oriente” Y lo fundamentó con datos espectaculares. Con gestos como los de un buen actor, gesticulante y dinámico, Illueca sentenció ofreció datos: “Según el FMI, en 2040, la potencia dominante será China, con el 40%, USA tendrá el 14% y la UE, el 5%”. Eso hay que comérselo con patatas, muchos marxistas nueva época no lo verán, pero sus nietos sí. Héctor reivindicó a Vicente Blasco Ibáñez y su pensamiento político de indudable vigencia cuando remató: “Para una salida al tema territorial hay que hablar de federalismo republicano”.
En su intervención desveló que Podem no aprobará la reforma fiscal del PSPV si no se equilibra con los impuestos a los ricos. “La monarquía es un obstáculo para el progreso del país”. Y como su camarada Iglesias había dicho esa misma tarde de aplausos y de reafirmación política: “España será un república o no será”. A uno de los dirigentes más solventes de la izquierda española no socialdemócrata, solo le faltó que le pidieran autógrafos o un hijo suyo. El acto, en definitiva, fue un rotundo éxito para Podem. Veremos las elecciones.