DECÍA la escritora Isabel Allende que la “Memoria es selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.”. El primer Gobierno de coalición de la democracia, el primero de izquierdas desde la guerra civil, ha tenido que gobernar en unos tiempos extraordinarios y excepcionales desde que tenemos memoria. Ha tenido que enfrentarse: a una pandemia que ha provocado más de 18 millones de muertos a nivel mundial; a imponer un confinamiento domiciliario de 3 meses a más de 47 millones de españoles, a la paralización de la economía a nivel mundial, a conseguir un antídoto contra este virus-conseguido en tiempo record, gracias a la ciencia- y a encontrar dosis para vacunar a la población, gracias a la compra centralizada en Europa.
SE NOS OLVIDA pronto que hace bien poco, los colegios estaban suspendidos, las salas de cine y teatro cerradas, y el turismo, la principal fuente de ingresos del PIB español, en caída libre. Gracias a las medidas del Gobierno, las empresas se han ahorrado 37.000 millones y se han salvado miles de puestos de trabajo y miles de empresas de la quiebra. Y dicho sea de paso, el comportamiento de la ciudadanía, con algunas excepciones, ha sido ejemplar.
LA PANDEMIA ha trastocado las líneas de acción política del gobierno, pero no han parado de tomar medidas, en cuanto la situación lo ha permitido, encaminadas a poner en práctica los compromisos del Gobierno. La aprobación de la Reforma Laboral, con los votos en contra del PP, Vox, ERC, Bildu y PNV, es un hito que está provocando records absolutos en la creación de empleo, afiliaciones a la Seguridad Social y desterrar de forma muy significativa la temporalidad.
Y TODO esto se ha hecho con la deslealtad del principal partido de la oposición y con la continuada agitación de la ultraderecha, que pretende hacer “ganancia de pescadores” en ese terrible río revuelto que se alimenta del malestar de aquella parte de la ciudadanía que canaliza su indignación hacia posturas reaccionarias. El PP no ha ofrecido ni un solo pacto de Estado, está bloqueando organismos institucionales básicos como el CGPJ, el Gobierno de los jueces, que sigue funcionando con la mayoría absoluta que consiguió Mariano Rajoy.
LUCES LARGAS. Los ciudadanos progresistas y de izquierda debemos poner las cosas en perspectiva y valorar el trabajo hecho a nivel nacional, pero también hay que tener en cuenta también la acción del Govern del Botànic que ha sido ejemplar en aspectos como la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales públicos y el impulso de derechos y libertades civiles.
PERO el mundo no para. La primera guerra en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial- y tras la de ex Yugoslavia- va a traer más problemas económicos con el auge de los hidrocarburos y las materias primas por el bloqueo masivo de contenedores en China. Estamos en pleno cambio tectónico de las placas mundiales .Este shock seguirá siendo aprovechado para imponer políticas neoliberales, las que defienden Vox y el PP.
LA DERECHA NACIONAL Populista no para en la llamada “guerra cultural”. El último caso es la noticia de que el Supremo de Estados Unidos, una institución clave que regula los derechos y libertades públicas, va hacer un informe que prohíbe el aborto después de medio siglo. Donald Trump, aprovechó la muerte y jubilación de algunos de sus miembros para proponer a tres jueces ultraconservadores. Lo siguiente será derogar las leyes de igualdad, de matrimonio gay, reproducción asistida y decantarse hacia modelos influenciados por el integrismo religioso.
NO PENSEMOS que es algo lejano. Antes de terminar el año está previsto que el Tribunal Constitucional haga pública la sentencia que prevé declarar inconstitucional la presente ley del aborto. También hay noticias de que se estarían acelerando los plazos antes de que se reemplace a algunos de sus miembros y se mantenga la mayoría conservadora, con algunos magistrados abiertamente favorables al partido ultraderechista Vox. Puede suceder en cualquier momento. Requerirá volver a centrarse en las cosas fundamentales y centrar las energías en esos derechos, que sí que están en riesgo.
EN RESUMEN, pensar que la democracia está consolidada es un error y una quimera. La democracia, sus derechos y libertades deben ser defendidas y no bajar la guardia, y menos en estos momentos.
“MALTRATO A LOS SERVICIOS SECRETOS”, titulaba el ABC esta semana: “dejar públicamente en evidencia a los servicios secretos no tiene parangón en las democracias occidentales”. El Mundo publicaba que Pedro Sánchez, traicionaba la seguridad nacional haciendo público el espionaje a sus móviles con Pegasus.
LA GRAVEDAD de las cosas son relativas ¿No es más grave desplazar al CNI del gabinete de crisis del peor atentado yihadista de España por el PP de Aznar y mentir a pesar de los datos? O ¿Meternos en una guerra ilegal cuando el CNI avisaba que no había armas de destrucción masiva? Aquello sí que fue grave, pero entonces muchos callaron.
CARMEN ALBORCH y Largo Caballero darán nombre a dos calles. Carmen a la calle del IVAM que ella fundó, y Largo Caballero a la salida de la Estación Sorolla. València reconoce a las personas que han luchado por nuestras libertades. Un acierto.
TURIA 3.039, 6 de mayo de 2022.