José Luis Pérez Pont (Alicante 1972) cambio el derecho por al arte.Llegó en 2016 a la dirección del Consorci de de Museus de la Generalitat Valenciana y desde entonces ha conseguido situar al Centre del Carme en el buque insignia de los museos valencianos con una propuesta multidisciplinar, donde cabe desde cómic, crítica política, homenajes a personajes fundamentales como Carmen Alborch o conciertos de música.Su visión nada sectaria del arte y la empatía hacia los agentes culturales de la ciudad es la fórmula del éxito. El museo ha calado entre la joven y, sin duda, es el referente museístico del arte contemporáneo en la ciudad de Valencia.
El Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) se ha convertido en uno de los espacios culturales más importantes de la ciudad. ¿Cuál es la clave del éxito?
Supongo que la clave está en la constancia, la transparencia y la democratización, que significa pasar de una cultura institucional a una institución al servicio de la cultura. Hemos hecho que la cultura contemporánea sea accesible a todos los públicos y provocar colas para ver exposiciones de arte actual es algo que no sucedía habitualmente. Dar visibilidad al gran talento artístico de nuestras creadoras y creadores, en toda su heterogeneidad y singularidad, pero a la vez impulsar propuestas con nuevos lenguajes de calado internacional, trabajando incesantemente para que la cultura contemporánea sea un motor de agitación cultural conectado con la ciudadanía.
¿Está el CCCC en una época de madurez?
Antes de ponerme al frente del Centre del Carme, era un espacio con una identidad difusa y en menos de seis años hemos conseguido centrar el marco de trabajo de la institución, pero no está todo hecho. Han quedado definidos los objetivos y hemos generado una batería de proyectos y de contenidos, muchos de ellos a través de convocatorias públicas, que es uno de los rasgos característicos del nuevo modelo de gestión. Además de lograr que el CCCC cubra ese espacio de la creación artística última y de la cultura contemporánea que no estaba atendido en el mapa museístico de la Comunitat Valenciana, y de la ciudad de València en concreto. Tenemos la oportunidad de que el modelo se afiance y pueda ir creciendo, pero para eso necesitamos capital humano. Si no se produce una apuesta decidida por apoyar el crecimiento de puestos de trabajo en el Consorci de Museus y el CCCC es imposible mantener el ritmo, aunque tengamos una buena programación y mucha voluntad, hace falta personal.
¿Cuáles son los principales proyectos para este año? ¿Habrá algo de agitación política como la expo de Edel Rodríguez que tuvo mucha repercusión?
El Centre del Carme es el principal espacio de València Capital Mundial del Diseño 2022, con coproducciones entre ambas instituciones y la agitación está asegurada. Pero estad muy atentos a este proyecto que comienza en marzo y que tiene ese componente de compromiso: ‘Emergency on Planet Earth’ es una de las grandes producciones del CCCC para 2022. Con él incrementamos nuestra apuesta en la concienciación y la lucha contra el cambio climático. El medio ambiente se encuentra en peligro por varias amenazas que afectan no solo a los ecosistemas, sino a toda la humanidad, y artistas de todo el planeta están observando de primera mano los diferentes desastres medioambientales. Igual que a Hércules en la mitología griega, se plantearán las 12 pruebas que la humanidad tiene que superar para sanar el planeta, visto a través del trabajo site specific de 14 artistas urbanos: Onur, Xelon, Lidia Cao, DOA, Nayra López, Reskate, Spencer Tunick, Vinz Feel Free, Barbiturikills, Will Coles, Biancoshock, Marina Capdevila, Javito y Deih.
Según hemos leído los franceses son los que más visitan el museo. Y también la gente joven.
Así es, las estadísticas lo demuestran. Seguimos fidelizando al público local y también recibimos a muchos turistas. Ahora mismo nos visitan más personas de Francia, anteriormente fue Holanda el país del que más público extranjero recibíamos. También tenemos en marcha colaboraciones con la comunidad francófona valenciana y a nivel internacional, junto a La Base Culture y el Institut Français. Programamos pensando en todas las edades, pero es cierto que el público joven conecta con el espíritu del CCCC independientemente de su nacionalidad.
¿Puede tener eso que ver con el esfuerzo en redes sociales como Tik Tok?, ¿Cuesta atraer a la gente joven a los museos?
Estamos constantemente buscando nuevos canales de comunicación, integrando los lenguajes más actuales. La gente joven responde positivamente a nuestras propuestas, tanto interactuando virtualmente como asistiendo de manera presencial al CCCC. La honestidad es la clave en nuestra propuesta de comunicación, ofrecemos una potencia de “verdad” que elimina pedestales y oropeles, y desde esa posición hemos activado nuestras redes sociales, innovando y conectando incluso con los más pequeños mediante actividades familiares. Respecto a Tik Tok, nuestra cuenta es muy activa, la comunidad crece y preparamos alguna sorpresa que pronto desvelaremos.
¿Si pudieras pedir un deseo qué te gustaría tener que no tienes?
Que duplicasen la plantilla del Consorci de Museus (solo somos trece trabajadores), que autoricen la cobertura de los puestos que están vacantes (en algunos casos desde hace tres años), ya que podrían acceder profesionales que seguro necesitan empleo y contribuirían a que podamos seguir trabajando por la cultura dignamente. No se le puede pedir a nadie que trabaje más horas de las debidas, ni tampoco es aceptable mantener eso en el tiempo, pues con ello nos están precarizando como trabajadores, de manera que para que este proyecto se consolide, siga creciendo y podamos cumplir con los objetivos que están dando tan buenos resultados necesitamos personal, es lo razonable. Desconozco por qué, habiendo sido aprobados y con presupuesto asignado, no se ponen en marcha algunos de esos puestos. El reducido equipo con el que cuento no se merece tener que abarcar tanto, y yo tampoco, trabajamos bajo presión.
¿Tu vida va a seguir ligada al arte o tienes otras inquietudes para el futuro?
En mi vida siempre ha habido un interés por la cultura, no concibo el mundo sin eso. Tengo muchas inquietudes relacionadas con el arte, con el medioambiente, la sostenibilidad, la igualdad y la diversidad, pero haciendo que sean aspectos que forman parte de mi vida diaria. Del pasado aprendo y el futuro he comprobado que no llega nunca, por lo tanto hace tiempo que decidí vivir en el presente.
¿Qué te parece que València se esté convirtiendo en un polo de galas importantes como los Goya, Guía Michelín o Benidorm Fest en Alicante?
Los grandes eventos son un atractivo puntual muy potente y celebro que tengan lugar, aunque a veces se destina tal energía y disposición que me encantaría que se tuviera la suficiente visión para entender que los cambios que la sociedad demanda no se obtienen de la espectacularidad, sino de la cotidianidad, haciendo que la realidad de lo diario cumpla con la expectativa de hacer mejor la vida de las personas. Creo que en estos años se ha avanzado en ese camino, pero queda tanto por hacer, que es necesario no olvidar que lo accesorio no puede desplazar a lo verdaderamente importante. Me reafirmo en la necesidad de políticas culturales de riego por goteo. Solo así avanzaremos.