Cartelera Turia

LA CIUDAD Y SUS VICIOS: LA PLAGA

ANDREU MARTÍ: Cuenta la leyenda que cuando Valencia aún era musulmana los murciélagos volaban a sus anchas por la ciudad y que estaban domesticados para cazar y comer mosquitos. El día antes de la conquista de Valencia por el rey Jaume I, un murciélago atraído por el dragón de su casco, se posó sobre el, lo cual fue interpretado como un augurio de buena suerte. Más tarde, el Conqueridor cambió el escudo de la ciudad y añadió un murciélago sobre la corona.

Durante las pasadas fiestas caminaba con mi perro Poncho por el parque de Vivers de Valencia cuando a lo lejos vi en el césped a un grupo de cotorras verdes atacando a lo que parecía un pájaro indefenso a la altura de la escultura homenaje a Ausiàs March de Andreu Alfaro. Me acerqué a ver y vi que el pájaro agredido era un murciélago que, rodeado, intentaba escapar.Con la seguridad que proporciona la ignorancia fui en auxilio de lo rat penat. Algunas cotorras advirtieron mi presencia y me miraron fríamente. Entonces aceleré en un intento de intimidarlas, pero no. No solo no se amilanaron si no que me atacaron por todas partes. Rodeado, conseguí escapar con Poncho y el murciélago herido, aunque no conseguí salvar su vida pues falleció en mis manos unos minutos después a consecuencia de las heridas sufridas. Horrible.

Durante el tiempo que estuve vendado tras el ataque investigué sobre estas cotorras. Por lo visto, son una especie invasora originaria de África y el sur de Asia y conocida como las cotorras de Kramer, donde son consideradas una plaga agrícola. El ataque que presencié es algo habitual y muy documentado, pues estas aves expulsan a los murciélagos de sus nidos mientras duermen y los matan.Según un estudio publicado por investigadores del CSIC en la Royal Society Open Science y destacado en el diario New York Times el número de cotorras ha ido en aumento mientras que el de murciélagos ha ido en declive puesto “…que ambas especies comparten preferencias por las mismas cavidades de árboles para la reproducción…” además señalan que “Estos resultados indican un fuerte impacto-de las cotorras sobre los murciélagos- a través del desplazamiento del lugar de cría y la muerte por competencia directa…” ¿No ha notado que se ven muy pocos murciélagos por la noche cuando antes eran algo habitual? ¿No ha notado que cada verano la cantidad de mosquitos es mucho mayor? Hay una relación directa entre el aumento de mosquitos y el descenso de la población de murciélagos pues los primeros son una parte esencial de la dieta del mamífero volador y en su ausencia no tienen un depredador natural que controle su número.

Mientras ideaba un plan megalómano para proteger a los murciélagos comencé a leer algo sobre Batman. Mis ojos no daban crédito. Aparentemente y con muy poca vergüenza, el sello estadounidense de comics DC acusa al Valencia CF de plagio. Aparentemente el murciélago del escudo del equipo de fútbol se parece al de Batman. ¿No será al revés?, quizá. Pero, ¿Por qué pararse ahí?,-pensé. ¿Por qué no acusar de plagio al rey Jaume I y a la heráldica española? Los cracks de DC cómics olvidan que el murciélago viene formando parte del escudo del Valencia CF desde el año 1919 y que ¡Batman fue creado 20 años después, en 1939! Por un lado las cotorras de Kramer están erradicando al murciélago en la ciudad de Valencia. Asesinándolo. Por otro, los chicos de DC Comics aducen que podía existir un riesgo de confusión por parte del público, y piden que se modifique el logo diseñado por el Valencia. No el de Batman. Mañana, si nos descuidamos, probablemente nos dirán lo que es la Orxata, a la que en Londres ya llaman Tygermilk y dentro de poco quizá dirán que la paella fue originariamente inventada en Milwakee, Winsconsin. ¿Por qué no? Así están las cosas y nosotros, tragando.

El murciélago está desapareciendo, mientras que prolifera la plaga de las cotorras de Kramer. El ayuntamiento debe tomar cartas en el asunto como ya han hecho otros consistorios como el de Sevilla, Madrid, Murcia, Riba-Roja, Cullera… si queremos mantener el equilibrio en nuestro frágil ecosistema. Debemos proteger al murciélago. Pues mucho me temo que como no hagamos nada al respecto este desaparecerá definitivamente de nuestra ciudad y con el, la milenaria relación simbiótica que hemos desarrollado, tan crucial para nuestro ecosistema y biodiversidad. Con mucho mimo, preparé un pequeño ataúd e introduje al mamífero volador. De vuelta al jardín de Vivers, mi buen amigo Poncho escavó el hoyo en el que enterramos en una humilde ceremonia al pobre murciélago. Unas cotorras de Kramer nos observaban desde cerca, verticales, posadas en las ramas y parloteando sin cesar. Miedo. Mucho miedo. Allá, unos niños disfrazados de superhéroes, Batman entre ellos, jugaban a salvar el mundo. Nunca lo he entendido ¿Salvar el mundo de qué?

@Amartiworld
Artículo científico de referencia:

Nest-site competition and killing by invasive parakeets cause the decline of a threatened bat population. Dailos Hernández-Brito, Martina Carrete, Carlos Ibáñez, Javier Juste, José L. Tella . RoyaL Society Open Science. Published 9 May 2018.DOI: 10.1098/rsos.172477

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