Cartelera Turia

LA INJUSTIFICABLE BANCA ESPAÑOLA

ANA NOGUERA: Cuando oigo hablar o moverse a los banqueros, mi mente recrea imágenes de un cuento de Dickens. Quizás porque la codicia de nuestros banqueros españoles se ha quedado anclada en el siglo XVIII.

No cumplen ninguno de los requisitos por los que, en estos momentos, España pueda sentirse orgullosa de su sistema bancario.

Aún está muy reciente en la memoria, los desahucios, la burbuja inmobiliaria, los escándalos y maniobras de una pésima gestión, salpicada de corrupción y engaño social.

Sin embargo, todos los españoles pagamos sus pecados y sus vicios. Se nos prometió que aquel rescate se devolvería. Una década después, España solo ha recuperado unos 6.000 de los 65.000 millones.

A ello siguió una reestructuración sin precedentes. Menospreciaron a los clientes con cierre de oficinas, mala atención, humillaciones a nuestros mayores, comisiones, y un largo etcétera. Si la ciudadanía se otorgara por cumplir con sus obligaciones: pagar impuestos, ser solidario y crear empleos, la banca no pasaría el examen.

La primera gran consecuencia fue despedir a muchos trabajadores: jubilados anticipadamente (otro coste para los bolsillos de los españoles), o en búsqueda de empleo.

En una década, la banca española suprimió 115.000 empleos y 23.600 oficinas. Los trabajadores que quedan al frente sufren una sobrecarga laboral, presiones, estrés, desmotivación, y una clientela enfadada por la mala atención recibida, los horarios restringidos y largas colas de espera. Muchos clientes ni siquiera cuentan con una oficina en su población.

El sector bancario español se transformó monstruosamente: 88 entidades fueron absorbidas por los 10 megagrupos bancarios.

En vez de mostrar agradecimiento, una pizca de patriotismo o interés colectivo, la “gran banca” obtiene récords de beneficios: 20.850 millones en 2022, un 28% más. Qué rápido ha pasado la crisis económica para los banqueros, cuando hay ciudadanos que aún sufren las hipotecas sobre sus viviendas.

Los 221 banqueros españoles se repartieron 500 millones de euros en 2021. En promedio, cada uno de estos directivos ganó más de dos millones. El número de banqueros españoles con un sueldo superior al millón creció un 73%. Son los mejor pagados de Europa. Además, España tiene el único directivo que se embolsó ese año casi 15 millones.

Y, cuando toca ayudar, protestan indignados, porque el gobierno anuncia un impuesto extraordinario. La banca española “se ha convertido en el negocio parasitario más oneroso y dañino para el conjunto de la economía de toda nuestra historia” (Juan Torres). Un impuesto pequeño mientras cobran las comisiones más elevadas de Europa, no solo en comparación con nuestro nivel de vida sino en términos absolutos.

Seguramente se jactan de reírse de la muchedumbre, de la democracia, de la política, pero no representan ningún valor encomiable. Y han puesto en riesgo la confianza en el principal pilar financiero.

LA INJUSTIFICABLE BANCA ESPAÑOLA

FOTOS DE LA 73 BERLINALE, por la

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