VERÓNICA PUIG: En el año 2002 la periodista El Mundo, Ana Romero escribía para editorial Planeta Historia de Carmen: Memorias de Carmen Diez de Rivera, un apasionante libro sobre la vida de esta mujer extraordinaria que jugó un papel fundamental en la transición, llegando a ser secretaria personal de Adolfo Suárez. Pero la parte más jugosa del libro viene cuando la periodista desveló que Carmen fue inscrita como hija del marqués de Llanzol y Sonsoles de Icaza y de León, pero en realidad, era hija de Serrano Suñer, ministro de exteriores de Franco y uno de los máximos apoyos de Hitler en España. En sus memorias cuenta cómo esta revelación le causó un auténtico trauma y huyó de España para huir de su pasado. Suponemos que de las revelaciones de aquel libro de Ana Romero, la periodista Nieves Herrero escribió la novela Lo que escondían sus ojos, que recoge la historia de Sonsoles de Icaza y lo que pudo ser el romance con Serrano Suñer. Empezaré con algo tan atípico en una reseña como el color, el etalonaje de la serie, seguramente deformación profesional por haberme licenciado recientemente en comunicación audiovisual. Si la cara es el reflejo del alma, en una serie el color es el reflejo de la serie. En una postguerra española llena de muerte, hambre y represión, imperan los colores vivos y cálidos, algo absolutamente fuera de lugar. Los exteriores, casi igual. Está claro que aprendieron la lección de Alatriste, con sus colorines, y no se han pasado de frenada. A Tele 5 le gusta que no haya oscuridad en sus series. Esto conecta directamente con el contenido. La tendencia hacia lo folletinesco de papel cuché parece que le ha ganado la partida a la verdad y sinceridad de los personajes. En ningún momento nos invita a saber más sobre Serrano Suñer. ¿Quién era? ¿Cuál era su poder? ¿Cómo era su carácter? ¿Por qué le tenían miedo? Hay una aparente idea de blanquear su figura y no es descartable que algún día alguien diga que gracias a él llegó la democracia. Ya en la primera secuencia surge la “chispa” con la condesa de Llanzol. Aparece el ultimátum de los nazis. Vemos que ella se ha casado por interés. Los personajes verbalizan la historia, algo que personalmente odio. Los principales actores no andan finos. La química que debería existir entre Rubén Cortada y Blanca Suárez, no aparece en pantalla. Rubén está encorsetado y poco natural y Blanca, siempre perfecta y guapa. Todo lo contrario que los veteranos Víctor Clavijo y Emilio Gutiérrez Caba. Cuando ellos salen, la serie sube. Tras finalizar la serie Nieves Herrero presenta un especial con entrevistas a Jimmy Jiménez Arnau y Maria Antonia Yagüe donde se regodean en el tema de la infidelidad, los líos de faldas de la época, como si fuera una extensión de un Sálvame de Luxe nocturno. Entonces me doy cuenta de la poca sinceridad de la propuesta, o de la sinceridad pasada por el tamiz brillante y luminoso de un papel cuche de Tele 5. Todo bastante decepcionante.
Publicado en el número: 2.756
Foto: Himmler, Serrano Suñer y otros jerifaltes nazis.
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