CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA: No es este un país agradecido con las carreras de fondo cuando alguien las emprende tras trayecto grupal, menos aún cuando surgen tras recorridos emblemáticos (a menos que uno se llame Bunbury, claro). Así que la de Los Enemigos es, en los últimos años, una de esas historias tan frecuentes en un terruño como el nuestro, el mismo en el que Nacha Pop lograron su mayor éxito comercial con un directo de despedida y en el que 091 han tenido que volver a reunirse, 20 años después, para obtener el eco que en su momento se les negó.
Poco importa que Josele Santiago haya ido desvelando una estupenda discografía a su nombre en la última década, desde una óptica de cantautor rock rica en matices y difícilmente predecible. La marca Enemigos, la que todo el mundo asocia gráficamente con la raspa de pescado, sigue vendiendo, y lo cierto es que su directo mantiene las propiedades de ese rock deslenguado y castizo -con ribetes rythm and blues- que ha sido su irrenunciable seña de identidad, siempre con los dientes apretados por mor de unos textos preñados de un amargo excepticismo urbano, muchas veces vestido de retranca. Santiago, Fino Oyonarte, Chema Pérez y Manolo Benítez lo siguen defendiendo con intachable oficio, sabedores de que la patente es suya, y tan solo las incursiones en Vida Inteligente (2014), cuando son enlazadas de un tirón (un álbum proteico pero sin el brillo de sus clásicos) rebajan temporalmente el entusiasmo de su parroquia. ¿Focos de intensidad? Los que marcaron “Me sobra carnaval” (a partir de la cual el sonido de la sala se entonó), “Septiembre”, “Desde el jergón” o la siempre enorme “La cuenta atrás”. Uno diría que los mismos que cuando se despidieron por primera vez, en aquella larga gira de hace catorce años. Cumplieron con lo que se esperaba de ellos, y eso es suficiente en un tiempo en el que a los muestrarios de argumentos inapelables ya no se les afea la fecha del calendario, estemos en 2002, 2012 o 2016. Por mucho que las canas, las calvas y las arrugas -sobre y ante el escenario- desmientan esa foto fija.