Rescatamos un interesante artículo de Alfonso Gil en su sección El miedo del guardameta ante el penalti, publicado en Turia hace alguna semanas.
El fútbol se puede vivir de muchas formas, por ejemplo a partir de la memoria. Así, tendríamos por un lado el fútbol que hemos visto y vivido y, por otro, el anterior, el que hemos leído o nos han contado. Otro modo de impregnarnos de lo que supone un club o un partido concreto pasa por la televisión. Por eso también hay un fútbol que podemos repasar si contamos con imágenes para ello y otro que nos llega tan solo a través del texto y como mucho las fotos.
Creo que Paco Lloret (Valencia, 1960), experimentado periodista de prensa, radio y televisión, ha tenido claro lo que nos aporta la memoria, lo que nos deja el relato y lo que nos llega gracias a la imagen para agrupar los artículos semanales publicados en los tres últimos años en su último libro, Bronco y copero, editado por Àrbena. Los artículos se han publicado en Las Provincias y son todos los que están, aunque no están todos los que son. Sin interpretar intencionalidades ajenas, el libro es un repaso por los resquicios del Valencia. Contada está la historia del club, analizados sus principales personajes y dejada la oportuna constancia de los títulos y momentos mágicos, Paco ha tratado, cual extremo veloz y habilidoso, de internarse cada sábado por los pequeños resquicios de la historia del Valencia para contarnos pequeños detalles de un partido, un jugador, un gol o un técnico. El encuentro del domingo o el hecho más destacable del momento se convierten en la excusa perfecta para rescatar el detalle, la anécdota, lo que no se sabía o estaba mal contado y hacer pasar el lector por un túnel del tiempo (nombre de la sección periodística en la que agrupa sus textos) que ha devenido en bronco y copero por idea de otro gran escritor del valencianismo, Rafa Lahuerta, que le sugirió el título.
Para Lloret, tal y como indica en la introducción de su libro, el Valencia “ha generado un relato más poderoso y relevante de lo que muchos piensan”, por lo que el texto pretende que el lector descubra “algunas historias que el paso del tiempo y la imparable voracidad informativa consumieron hasta apenas dejar rastro”.Todas estas historias fueron presentadas por el primer presidente de la Fundación Valencia CF, Juan Martín Queralt, y los periodistas Pablo Salazar y Héctor Esteban en el marco del Aula Las Provincias con un debate sobre el pasado y el presente, sobre un modelo de club que ya no volverá y sobre la necesidad de mantener la llama del valencianismo con textos como los que nos ofrece el autor. En el prólogo, Salazar une el humor al describir la gran memoria de Lloret, clave a la hora de dar detalles en cada uno de los artículos, con el matiz de la razón de ser última de este tipo de textos. Por eso habla de “un viaje sentimental por la historia del Valencia, una sucesión de vivencias, acontecimientos, anécdotas, personajes, momentos épicos, recuerdos a veces dramáticos, éxitos y fracasos”. Se trata de una prueba, tal y como afirma el prologuista, de que “el mundo del fútbol no debe estar reñido con la inteligencia y la cultura”.
Sin ser un libro gráfico, las fotos que presenta ofrecen una aportación interesante con especial mención a la de la portada en la que se ve una imagen de la primera visita de Alfredo di Stéfano a Mestalla. Era el 19 de marzo de 1952. El entonces jugador del Millonarios de Bogotá está acompañado por un histórico del Valencia, Paco Sendra, que aquel día debutaba en el equipo.
La publicación supone una nueva aportación a la literatura sobre el Valencia. Sería injusto decir que a este club le faltan libros. No es cierto, los tiene y, además, con enfoques múltiples que van desde las historias convencionales y cronológicas hasta los textos de carácter intimista después de pasar por los que analizan aspectos monográficos, la incursión por los resquicios que ha encontrado ahora Paco o los análisis específicos de determinadas etapas. Jaime Hernández Perpiñá, Enrique Miquel, José Ricardo March, Rafa Lahuerta, Miquel Nadal, Paco Gisbert, Luis Furió o Conrado Valle son algunos, no todos, de los que han encontrado un hueco para escribir del Valencia. Al club siempre le faltará literatura porque su historia da para lo publicado y para mucho más, pero con aportaciones como las ya realizadas, con internadas como la de Paco por el túnel del tiempo de un equipo bronco y copero se da un paso más para mantener la esencia del club en la memoria colectiva de los que lo quieren.
Alfonso Gil